Encontramos en un sendero un racimo de plátanos escondido. Descansamos de su peso a la orilla del camino. De la misma forma que nosotros, sin pedir permiso, un pájaro muy bello empezó a comer. Nadie sabe para quien trabaja al final. Pero al final también lo más importante es que el Universo nos brinda a todos la oportunidad, algunas veces inconscientes, de compartir. De ser útiles al bien. (Foto Javier Suarez/ Alta Gracia, Pereira- Julio 04 2014.)
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