viernes, 15 de agosto de 2014

Besa la mano de quien ames y tengas cerca



Besa, besa la mano de quien ames y tengas cerca. En época de bienestar o en tiempos de tristeza. Besa sus mejillas, su frente, sus pies, su cabeza. No importa que no esté de cumpleaños aquella persona a la que así consientas. Qué tan sencillo y dulce gesto sea el diario regalo que con humildad le obsequias, por el divino hecho de contar aún con su existencia. 

Besé con fuerza una mano hoy sin fuerzas. Besé con amor los cinco dedos cansados que hay en ella. Los mismos que me acariciaron con poderosa y tierna firmeza y que ahora repasan mi rostro en forma muy frágil y lenta. Besé la mano de mi madre que en cama por delicada salud se encuentra. Y ella besó mis mejillas recordándome que me ama desde antes de que yo naciera. 
Gracias a Dios y a sus ángeles por esta nueva y bendita oportunidad. 
¿Y tú...Ya besaste la mano de aquel ser que amas y tienes cerca? ¿Qué esperas…?

Por Javier Suárez

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