lunes, 30 de enero de 2012

Susurro erótico... "La obscenidad de tu pudor"

Por Javier Suárez (Js)
Me encanta el pudor que con ropa exhibes y la obscenidad que muestras cuando al desnudo estás. 
Me gusta el  perfume que de exquisito aroma tu  hermosa piel cubre... Me fascina el olor erótico de tu sudor en la intimidad. 
Me atrae el fino vocabulario con el que en sociedad dulcemente me hablas... Me seduce escuchar tus picantes palabras cuando la pasión te hace susurrar.
La obscenidad de tu pudor... suave brisa, extremo calor.



jueves, 26 de enero de 2012

Dueño de tus tentaciones pero no de tu piel

Sé que cierras los ojos y por instantes me piensas. Sé que me piensas como yo a ti también... Sin ropa o con pocas prendas cubriendo la piel.
Por alguna razón nuestros cuerpos no se encuentran. Por alguna razón nos imaginamos cerca... Enloquecen los sentidos, arde el ser.
Se humedecen todos tus labios cuando deseas en ellos los míos. Sin  control se enrojece de pasión mi boca. Visualizarnos amándonos intensa excitación provoca.
¡Oh! Dulce calvario... Ser el dueño de tus tentaciones pero no de tu piel.
Por Javier Suarez (Js)

lunes, 23 de enero de 2012

La historia de un enredo familiar ..."Mi tío es mi padre, mi padre es..."



Por Javier Suárez (Js)
Como periodista y escritor llegan a mis oidos diversas historias de realidad o ficción. En ocasiones las busco, en ocasiones ellas me encuentran. Preguntando, investigando,  otras veces sólo escuchando, variedad de crónicas voy redactando. Logrando informar, compartir, aburrir, entretener, aprender o enseñar. La siguiente nota no posee los nombres reales de los personajes pero si su ubicación y la garantía de ser un hecho cierto.  

El padre de Mauricio Vargas es en realidad su tío, y el tío de él, es su verdadero padre. (¿...?)  Descuide, así como usted está ahora... ¡confundido!-  Así también se sintió Mauricio cuándo supo la verdad, y yo, cuándo él  me la contó.

Mauricio es de origen  Peruano. Vive en la ciudad de Union City en el Estado Jardín (EE.UU). Tiene 28 años de edad, y hasta sus 21 años pensó que era hijo de don Cristóbal, un contador público, cascarrabias y alcohólico.  Cristóbal no se  embriaga desde que supo que su esposa Tina, le había sido infiel.  Su adicción al licor viene desde la época de soltero. No obstante,   el alcoholismo sí fue una causa importante, según el protagonista, de una historia que marcó con dolor muchas vidas. 

En un barrio de clase media creció Mauricio, en Lima Perú. El hermano menor de la familia Vargas. Por ser el más pequeño era el más consentido, sobre todo  por los hermanos del padre, en especial por el tío Alberto.  “Mauro” o Mauricio, a sus 12 años de edad lo tenía todo, todo... menos un parecido con su padre. Los gestos, la forma de caminar, el agradable temperamento, y un trato cariñoso y respetuoso hacia su mamá, le resaltaban un parecido cada vez mayor al cuñado de Tina, Alberto Vargas.

Mientras Mauricio me narraba la historia,  su tristeza se notaba en las numerosas lágrimas que bañaban sus palabras. Sentados en la mesa de un restaurante peruano de West New York, se llevó a cabo la charla entre un periodista que sólo escuchaba y un latino amigo que sólo quería ser escuchado. “Hay verdades que duelen mucho al ser dichas, pero hieren más cuándo se guardan”, asegura Mauricio.

Aún no me decía con claridad cuál era esa hiriente verdad, pero comenzaba a presentirlo, como usted también lo intuye.. ¿verdad? amigo lector. En fin, no me importaba que la chaufa se estuviera enfriando. Mi interés se enfocó en atender la confesión de un hombre que no quería estallar como una olla a presión.

Mauricio sacó de su camisa una foto del “famoso” tío Alberto. ¡Caramba! en verdad son como dos gotas de agua, así se lo dije, y así me respondió “ mi tío es mi padre y mi padre es mi tío”.  Mordí un pedazo de camarón de mi almuerzo como para tener la boca ocupada y evitar decir alguna imprudencia. 

Yo era muy mimado por ser el menor de mis seis hermanos. Pero pese a ello, muchas veces me sentí algo incómodo por la forma privilegiada en que mi tío Alberto me trataba. Eso, junto a nuestro parecido, incrementaba poco a poco los rumores. Había una lucha entre bandos. De una parte, quienes aseguraban que por ser Alberto hermano de mi padre, era normal el parecido. Del otro lado,  el rumor de quienes prefieren que la verdad traiga consigo, “morbo y daño”.

El 2 de febrero de 1999, la madre de Mauricio es brutalmente golpeada por su esposo. Pudo ser otro día más de violencia doméstica. La diferencia la marcó un  golpe en la cabeza que recibió Tina. Una botella de licor estrellada en su frente que requirió de 24 puntos y cerca de una semana en la sala de cuidados intensivos de un hospital privado en  Lima. 

“Mi madre, pensando que podía morir, consideró oportuno decirme la verdad”.  Eran las tres de la tarde. Salí temprano de la universidad.  Mi tío Alberto había ido por mí. “Tú mamá quiere decirte algo”, expresó.  Camino al hospital, Mauricio asegura que se imaginó de todo. Una despedida triste. Un doloroso adiós, menos, una impactante confesión.

Cuándo llegó al hospital casi toda la familia estaba reunida junto a Tina. Sólo faltaba don Cristóbal. Él, se encontraba detenido por la policía.  Tina pidió que nadie saliera del cuarto. Más que perdón lo que ella quería era desahogarse. Aseguraba que el perdón ya se lo había dado Dios. 
“Mauro, hijo. Te quiero mucho. Déjame decirte algo”.  Según Mauricio, su piel se puso de gallina, una represa de llanto se formó en sus ojos dispuesta a desbordarse ante el último suspiro de su madre. “ Hijo, tu verdadero padre es Alberto, tu tío”.  Hubo un breve silencio. De moribunda y víctima, Tina pasó a ser por instantes la victimaria, la juzgada, “la mala de la película”. No obstante la gravedad de su estado, retornó hacia ella la solidaridad de todos.  No podía ella hablar mucho y antes de quedar profundamente dormida, le dijo a Mauricio que su tío, o mejor dicho que ahora su padre, le explicaría.

En esta página no cabe la extensa explicación que Mauricio recibió de su... ¡bueno! tío, pues así le sigue llamando Mauricio. Lo cierto fue que en una de esas crisis matrimoniales producidas por la violencia doméstica,  Tina encontró en los brazos y palabras de su cuñado Alberto, una salida a la depresión crónica que sufría por las borracheras y maltrato de su marido.  Salida que fue la entrada a una situación de pecado para los creyentes, de metida de pata para los chismosos, de justicia para las mujeres atacadas y de infidelidad para los machistas. 

El hecho es que después de tan fuerte confesión la madre se recuperó milagrosamente y viva, tuvo que soportar las consecuencias. La familia se desunió. Los hermanos de Mauricio retiraron su afecto al tío “comprensivo”. Tina se separó de Cristóbal.  Cristóbal salió de la cárcel a los dos meses. Álvaro, quiso comprometerse con Tina, por falta de amor ella lo rechazó. Hoy, poco o nada se habla del tema en la casa materna. Tina se refugia en actividades de la iglesia. Cristóbal, aún bajo el dominio del licor, maltrata a una mujer 20 años menor que él. Aberto hace lo posible por ser tratado como padre por su hijo.

Mauricio, como cristiano, sepultó todo juicio sobre su padre de crianza alcohólico, sobre su maltratada mamá Tina y contra Aberto, su “solidario” tío o mejor, papá de sangre.  Ya que el destino le cambió de padre bruscamente, así mismo,  quiso cambiar de vida, de ciudad, de país.  Antes de odiar, juzgar, criticar, prefirió hacer sus maletas y viajar a los Estados Unidos. Desde hace 7 años vive en la ciudad de Union City. Trabaja como agente de seguros y muy seguro afirma haber encontrado en el perdón  lo necesario para alejar de su vida el odio, aunque ello exija también decirle adios a muchas cosas, a muchas personas.


viernes, 20 de enero de 2012

Hablando con "my self"

Foto tomada en el resort La Hamaca en Santo Domingo, República Dominicana
-Hola Javi ¿Cómo estás?
-Muy bien Javier ¿Y tú cómo te encuentras?
-Javi, la verdad... No me encuentro y quisiera hacerlo.
-Javier te escucho algo deprimido, confundido, agobiado.
-Sí Javi... Todas las anteriores y más.
-Javier hace mucho tiempo que no hablabas contigo mismo.
-Tienes razón Javi. Hace mucho tiempo que no hablaba con "my self".
-Javier, sabes que en el silencio soy tu lado sincero, moderado, equilibrado, sereno.
-Sí Javi eres todo eso y mi lado aburrido también.
-¡Javier..! ¿ Vamos a empezar a pisarnos duro?
- ¿Qué pasó  Javi? No que eres mi lado tranquilo.
- Y lo soy, sólo que con tu pesimismo, estimado Javier, sacas de quicio hasta a tu ser interior.
- Javi ¿ Me quejo mucho?
- Javier, no es lo mucho que te quejas sino lo poco o nada que bendices o agradeces.
-¡Upss! mi apreciado Javi, es que estás tan adentro de mí ser que no alcanzas a ver lo que en realidad afuera de mí transcurre.
-El experto en excusas aparece. ¡ Bravo Javier!. Estás tan preocupado por lo que ves afuera, que ignoras lo que dentro de ti sucede. El estrés te tiene jodido el estómago, afectada la cabeza, alterado los nervios. Y todo es producto de ver las cosas más con miedo que con fe. Te empeñas en pensar y pensar en lo que te entristece  y poco o nada te enfocas en lo que bienestar te ofrece. Por ejemplo: Luego de un notable esfuerzo económico lograste visitar a tu hija y estar con ella en una bella playa, de la cual ahora me hablas. Sin embargo estás pensando en que tu semana de vacaciones ya pronto se acaba; Lamentas el no ser millonario para poderte dar un descanso más largo. Te juzgas por no haber conseguido más dinero para este viaje. Te frustras ante el hecho de que se acerca la despedida con tu pulguita. También te afectas negativamente pensando en...
- ¡Stop! mi tormentoso my self. ¿ En verdad Javi piensas que todo esas situaciones me las he inventado para jugar al atormentado?
- ¡No! Claro que no te las has inventado. Ni modo que fueras tan cabezón. Pero Javier, te has concentrado en hechos que ya pasaron, que no han sucedido y que quizás nunca pasen. ¡Terco como un burro! estás ignorando el instante, el presente, lo bueno que hay en todo lo malo a lo que te refieres. ¿Cómo te atreves a pensar en el fin de la vacaciones sin disfrutar al máximo el inicio de las mismas? Sino gozas de ocho días de vacaciones menos vas a disfrutar de un mes. No estuviste en la suite presidencial, pero te hospedaste con tu hija en una cómoda habitación cerca a la piscina. Si analizas mejor, conseguiste el dinero justo para esa vacación. 
Unos días atrás, lejos de tu hija, soñabas con volverla abrazar, besar, jugar, nadar, cenar, dormir , despertar junto a ella y ahora que la tienes cerca y puedes hacer tu sueño de padre realidad, entonces piensas en la despedida. ¡Huevón!
-¡Ok! my self, ya entendí. Una actitud negativa debilita toda relación positiva, incluso con el ser interior. Que hasta termina llamándolo a uno huevón. El pensamiento puesto fuera del presente nos quita la fuerza para superar o disfrutar las dificultades o bendiciones del ahora. Un diálogo positivo, agradecido, tranquilo, sereno, sincero con nuestro ser interior en el silencio, nos permite sentir como suave brisa sobre la piel, el poder refrescante de la fe y el amor en el alma. ¡Gracias! mi apreciado my self.
- De nada Javier. Pero antes de despedirnos dime... ¿Podrían ser tus próximas vacaciones en Francia y durar más de un mes ?
-Ahora el huevón eres tú my self... jajajaja.. en fin, déjame  pensarlo. Por el momento disfrutaré de mi descanso, de mi hija, de la playa  y luego de mi trabajo. 
¡Gracias Dio por este diálogo conmigo mismo!

lunes, 16 de enero de 2012

Son mis pies... ¿De quién son entonces los zapatos?


Por Javier Suárez (Js)
"No haber llevado una vida auténtica, sino la vida que otros querían" parece ser el remordimiento más marcado de muchos seres que han agonizado, y que antes de su partida con tiempo de reflexión han contado. 


La anterior conclusión una enfermera la extrajo, ya que por su profesión cientos a su lado han expirado. Años escuchando el desahogo con fin de hombres y mujeres a punto de morir. De enfermera a escritora pasó esta mujer. Y en su libro nos hace entender, cinco pesares que a sus pacientes hicieron extremecer. La obra se titula "The top five regrets of the dying". Y la chica se llama Bronnie Ware. 


No intento hablar del libro, el cuál aún del todo no he leído. Hago referencia a una parte del tema, al lamento más común, escuchado por la australiana enfermera... "No haber llevado una vida auténtica".
Según el diccionario "auténtico (a)" significa: adj. Acreditado como cierto y verdadero por sus características: Y entre los sinónimos que identifican a dicho adjetivo se hallan: Legítimo, genuino, verdadero, original, real, seguro, cierto, fidedigno, puro, positivo, innegable,

He leído una y otra vez esa lista de sinónimos y me siento muy lejos de la autenticidad. Creo que mi lamento también sería igual al de los personajes de aquel libro. Creo que lo único original que tengo son mis huellas digitales. Es impresionante como algunos queremos hablar, caminar, sentir, vestir, actuar, pensar de acuerdo a alguien o a algo, llámese ídolo, amor, empleo, amigos, enemigos, trabajo. Por envidia, inseguridad, hipocresía o imagen... somos como no somos la mayor parte de nuestra vida. Sabemos que son nuestros pies pero caminamos como y con los zapatos de otros. 

...Y tú... ¿Eres auténtica(o)?