miércoles, 16 de septiembre de 2015

En el ahora todo lo puedo en Dios que me fortalece.

En la felicidad de algunos hombres a veces hay una parte muy triste de entender… 
Y es que quienes más deberían ser su alegre inspiración son por el contrario la fuerza que les quiere arrastrar hacia la infelicidad. 
No obstante, cuando el alma de un ser toma la sana decisión de ser feliz, no le estorba a los demás en dicho propósito, pero tampoco permite que le impidan avanzar. No se detiene a contemplar las negativas reacciones del ego, propio o ajeno… Y a todo, y a todos deja ir en paz. 
Sin apego a lo que fue, a lo que pudo ser, a lo que será, ni siquiera a lo que es… En el ahora todo lo puedo en Dios que me fortalece. (Javier A Suarez M)