lunes, 25 de julio de 2011

Nunca dejes de escucharme aunque no quieras oirme


Recuerdo cuando empezaste a explorar a mi lado algunas aventuras que el mundo te ofrecia, como aprender a montar sin ayuda la bicicleta azul que tenías. Atenta escuchabas mis palabras. Mis consejos fueron  importantes para tu éxito aquel día. 
 
En menos de una hora ya montabas sin apoyo tu nueva bici, aquella que te compró la "abue" tutila. Querías experimentar triunfo y lo conseguiste. Pedaleabas con seguridad mientras escuchabas las voz de papá que sudando detras de ti corría... !Animo pulguita! ¡No mires hacia atrás! !Frena un poco, frena suave amor! !No tan rápidoooooo hija mía!!! 

Ambos nos asustamos divertidamente. Tuve miedo al dejarte avanzar sola sobre esas dos ruedas, pero no amarré tus alas a mis temores.  Tuviste temor de montar solita tu bicicleta pero sabías que papá sin sostenerte estaba cerca y te decidiste a aprender, a conquistar una nueva experiencia.   

Estabas pequeña corazón. Me escuchabas más de lo que me escuchas hoy. ¡Bueno! aún no usabas tu teléfono BlackBerry y muchos menos el Facebook. Pero aquel día que aprendiste a montar sin ayuda tu bici, fue una prueba del trabajo que se hace en equipo y con amor. Mis palabras te orientaron con experiencia y tu me oiste con sincera atención.  

Sé que ahora mis palabras las recibes más como regaños que como consejos. Sé que ahora yo regañó más que aconsejar. Sé que actué de la misma manera con mi madre, que también fue mi papá. Con los años de ello me arrepiento. No obstante puedo afirmar, que con lo poco que la escucho he logrado  muchas metas alcanzar. 

Padres e hijos, en familia o separados, jamás deben permitir que el trabajo en equipo se terminé. Por eso hija mía, nunca dejes de escucharme aunque no quieras oirme. 
Te quiere... papá. 

POr (JS)

viernes, 22 de julio de 2011

Nereo... el viejo fotógrafo que mantiene joven a la historia colombiana

 
Nereo López, durante la exposición fotográfica "Estampas de Colombia" el 20 de julio del 2011. Union City, NJ (USA) Foto Javier Suárez/ 
Javier Suárez
Por muchos años casi todo hecho colombiano fue registrado por su cámara fotográfica. Pero esta vez, Nereo López no quedó fuera de la foto.    Le observé sentado a la izquierda de una de sus fotografías durante una exposición de sus más destacadas gráficas, en la ciudad de Union City, estado de New Jersey (USA). Una escena perfecta para congelarla en el tiempo. El maestro y su obra, ambos testigos de casi un siglo de historia. Un artista que envejece entre admiraciones y reconocimientos, mientras que a color o en blanco y negro, sus láminas permancen adolescentes entre la realidad y el recuerdo.


Minutos antes de captar el cuadro que en el párrafo anterior mencioné, le había pedido a Nereo que posara conmigo para una foto. El sonreía curiosamente al mismo instante que con su mirada parecía buscar mi cámara fotográfica o a la persona que nos tomaría la imagen, pues yo estaba solo y en mis manos solo cargaba el teléfono celular. Coloqué frente a nuestras caras el dispositivo móvil que tiene de por sí una excelente cámara de 10 megapixeles. Nereo seguía con una expresión, no de asombro, sino de humilde y discreta burla. Con un teléfono un maestro de la fotografía estaba siendo fotografiado por un periodista. Si bien es un hecho moderno, supongo que para Nereo fue una situación simpaticamente ridícula. Aunque a sus 91 años edad su mente es tan abierta como su creatividad, este hombre que nació en la costa colombiana, ha manejado la cámara desde los tiempos en que estos aparatos no tenían el confortable botón de automático. 

Y fue con el mismo celular que luego retraté, a un lado de una de sus estampas, al viejo fotógrafo que mantiene joven a la historia colombiana... a Nereo López. 
A continuación comparto la síntensis hecha sobre el artista por la periodista Jacqueline Donado: "NEREO LÓPEZ-MEZA es uno de los fotógrafos más reconocidos de Colombia. Comenzó su carrera en Barranquilla, Colombia, en 1952, cuando trabajó como corresponsal de fotografía para los periódicos nacionales El Tiempo y El Espectador, y para la revista Cromos.

Nereo: Imágenes de medio siglo
Entre los logros más importantes de Nereo se encuentran la dirección y actuación en el film experimental, "La Langosta Azul" (The Blue Lobster) en 1954, el debut como libretista del novelista colombiano Gabriel García Márquez. Nereo ganó el Primer Premio en el Concurso Internaciónal de Fotografía de Kodak en la Feria Mundial de Nueva York en 1963. Fue además el único fotógrafo colombiano seleccionado para viajar con el Papa Pablo VI en su viaje a Sudamérica. En 1982, Nereo fue el representante oficial de fotografía de Colcultura (la agencia colombiana de cultura) en Estocolmo, Suecia, donde cubrió la ceremonia del Premio Nóbel y la presentación del premio a Gabriel García Márquez.


Nereo: Imágenes de medio siglo
Su ilustre carrera fue reconocida además cuando el Centro de Enseñanza y Cultura Fotografíca abrió en Bogotá en 1987. Nereo: Homenaje Nacional de Fotografía fue publicado en 1998. Recibió también la Gran Orden del Ministerio de Cultura de Colombia, el más alto honor que puede recibir un artista en Colombia. En el año 2000, el Presidente colombiano Andrés Pastrana le otorgó la Orden de Boyacá en el grado de Gran Oficial, la máxima condecoración que otorga el gobierno colombiano a sus ciudadanos. 
La fotografía de Nereo es reconocida como una de las más importantes documentaciones visuales de la historia de Colombia.

Otros datos: El reportero gráfico cartagenero vive ahora en Nueva York y todavía está buscando historias.

Nereo: Imágenes de medio siglo
"Nereo: Imágenes de medio siglo/Nereo: Images from Half Century” es el título del libro -que contiene 63 fotos, algunas de ellas de cuando era un aficionado- sobre su vida y obra, publicado por la editorial Campana, y que será puesto en circulación el próximo viernes en Nueva York, donde hace nueve años reside el fotógrafo.
Nereo: Imágenes de medio siglo

Nereo: Imágenes de medio siglo
La portada del libro se remonta a una foto de 1957, “Boda campesina”, en el Departamento de Tolima, en Colombia, pero su preferida es la que llamó “Alegría infantil”, que tomó a unas niñas peruanas en 1960, que descalzas, en medio de la pobreza, caminan sonrientes tomadas de la mano.  El público podrá encontrar en las 136 páginas fotos inéditas en los EE.UU. de los entonces presidentes John F. Kennedy y Richard Nixon durante sus visitas a Colombia en la década de 1960, así como reportajes a través de su país.












miércoles, 20 de julio de 2011

Por ti... He vuelto a escribir una carta a mano


Pronto te llegaran mis letras y en ellas estarán encerrados mis sentimientos. Libéralos al leerlos. Y si no los aceptas, pues quema la carta y serán entonces como palabras que se lleva el viento. 

He vuelto a escribir una carta a mano. Se me estaba olvidando como es mi escritura y quise recordarla, recordando lo mucho que te amo.

Antes de terminarla rompí varias hojas. Había perdido la práctica. El pulso me temblaba y los errores mis letras cambiaban. No quiero que te llegue con tachones. Es mucho más fácil componer en el computador... si te equivocas un click en el delete y el error se borró. 

Mi caligrafía era más linda antes, antes de acostumbrarme al teclado. Ahora solo escribo a mano cuando firmo documentos o papeles en el banco. Pero siento al escribirte a mano, que te estoy casi como hablando. Quiero que cuando leas en voz alta o mentalmente las líneas que en papel perfumado te he redactado, descubras que no sólo por facebook soy capaz de reconocer lo que siento por ti. 
¡Oh! perdona... ¿ Cuál es tu dirección?

... Y tú... ¿Cómo escribes?

Por JS

martes, 19 de julio de 2011

Lo "Facundo" que nos dejó Cabral



 Por Javier Suárez (JS)
Ha muerto el hombre pero no su espíritu. El mismo que habita en cada letra de sus reflexiones. El que sacude nuestros corazones al leer, al escuchar sus nobles composiciones.  Asesinaron a Cabral pero no mataron al  "Facundo" intelectaul.  Es decir a aquel ser que vivió con facilidad de palabra. Según la  Real Academia de la Lengua Española, Facundo significa: Fácil y desenvuelto en el hablar.
Pero más que el don de la palabra, Rodolfo Enrique Cabral, tenía también la habilidad de interpretar las diversas experiencias que en la vida se encuentran y darles un sentido positivo. Aunque halla fallecido en forma trágica y su vida estuviera impregnada de tristes situaciones, este sabio hombre aprendió a permanecer en paz más que feliz. A continuación comparto con ustedes algunos de sus valiosos pensamientos, consejos, conclusiones.
"Como los budistas, sé que la palabra no es el hecho, si digo “manzana” no es la maravilla innombrable que enamora el verano, Si digo “árbol”, apenas me acerco a lo que saben las aves; el caballo siempre fue y será lo que es sin saber que así lo nombro.
Sé que la palabra no es el hecho, pero sí se que un día mi padre bajó de la montaña y dijo unas palabras al oído de mi madre, y la incendió de tal manera que hasta aquí he llegado yo, continuando el poema que mi padre comenzó con algunas palabras.
Nacemos para encontrarnos (la vida es el arte del encuentro), encontrarnos para confirmar que la humanidad es una sola familia y que habitamos un país llamado Tierra. Somos hijos del amor, por lo tanto nacemos para la felicidad (fuera de la felicidad son todos pretextos), y debemos ser felices también por nuestros hijos, porque no hay nada mejor que recordar padres felices.
Hay tantas cosas para gozar y nuestro paso por la Tierra es tan corto, que sufrir es una pérdida de tiempo. Además, el universo siempre está dispuesto a complacernos, por eso estamos rodeados de buenas noticias. Cada mañana es una buena noticia. Cada niño que nace es una buena noticia, cada cantor es una buena noticia, porque cada cantor es un soldado menos, por eso hay que cuidarse del que no canta porque algo esconde.
Eso lo aprendí de mi madre que fue la primera buena noticia que conocí. Se llamaba Sara y nunca pudo ser inteligente porque cada vez que estaba por aprender algo llegaba la felicidad y la distraía, nunca usó agenda porque sólo hacía lo que amaba, y eso se lo recordaba el corazón. Se dedicó a vivir y no le quedaba tiempo para hacer otra cosa.
De mi madre también aprendí que nunca es tarde, que siempre se puede empezar de nuevo, ahora mismo, le puedes decir basta a la mujer (o al hombre) que ya no amas, al trabajo que odias, a las cosas que te encadenan a la tarjeta de crédito, a los noticieros que te envenenan desde la mañana, a los que quieren dirigir tu vida, ahora mismo le puedes decir “basta” al miedo que heredaste, porque la vida es aquí y ahora mismo.
Me he transformado en un hombre libre (como debe ser), es decir que mi vida se ha transformado en una fiesta que vivo, en todo el mundo, desde la austeridad del frío patagónico a la lujuria del Caribe, desde la lúcida locura de Manhattan al misterio que enriquece a la India, donde la Madre Teresa sabe que debemos dar hasta que duela.
Caminando comprobé que nos vamos encontrando con el otro, lenta, misteriosa, sensualmente, porque lo que teje esta red revolucionaria es la poesía. Ella nos lleva de la mano y debajo de la luna, hasta los últimos rincones del mundo, donde nos espera el compinche, uno más, el que continúa la línea que será un círculo que abarcará el planeta. Esta es la revolución fundamental, el revolucionarse instantaneamente para armonizar con la vida, que es cambio permanente, por eso nos vamos encontrando fatalmente para iluminar cada rincón.
Que nada te distraiga de ti mismo, debes estar atento porque todavía no gozaste la más grande alegría ni sufriste el más grande dolor. Vacía la copa cada noche para que Dios te la llene de agua nueva en el nuevo día.
Vive de instante en instante porque eso es la vida. Me costó 57 años llegar hasta aquí, ¿cómo no gozar y respetar este momento?Se gana y se pierde, se sube y se baja, se nace y se muere. Y si la historia es tan simple, ¿por qué te preocupas tanto?.
No te sientas aparte y olvidado, todos somos la sal de la Tierra. En la tranquilidad hay salud, como plenitud dentro de uno. Perdónate, acéptate, reconócete y ámate, recuerda que tienes que vivir contigo mismo por la eternidad, borra el pasado para no repetirlo, para no abandonar como tu padre, para no desanimarte como tu madre, para no tratarte como te trataron ellos, pero no los culpes porque nadie puede enseñar lo que no sabe, perdónalos y te liberarás de esas cadenas.
Si estás atento al presente, el pasado no te distraerá, entonces serás siempre nuevo. Tienes el poder para ser libre en este mismo momento, el poder está siempre en el presente porque toda la vida está en cada instante, pero no digas “no puedo” ni en broma porque el inconsciente no tiene sentido de humor, lo tomará en serio y te lo recordará cada vez que lo intentes.
Si quieres recuperar la salud abandona la crítica, el resentimiento y la culpa, responsables de nuestras enfermedades.
Perdona a todos y perdónate, no hay liberación más grande que el perdón, no hay nada como vivir sin enemigos. Nada peor para la cabeza y por lo tanto para el cuerpo, que el miedo, la culpa, el resentimiento y la crítica que te hace juez (agotadora y vana tarea) y cómplice de lo que te disgusta.
Culpar a los demás es no aceptar la responsabilidad de nuestra vida, es distraerse de ella.
El bien y el mal viven dentro de ti, alimenta más al bien para que sea el vencedor cada vez que tengan que enfrentarse. Lo que llamamos problemas son lecciones, por eso nada de lo que nos sucede es en vano.
No te quejes, recuerda que naciste desnudo, entonces ese pantalón y esa camisa que llevas ya son ganancia.Cuida el presente porque en él vivirás el resto de tu vida. Libérate de la ansiedad, piensa que lo que debe ser será, y sucederá naturalmente."


jueves, 14 de julio de 2011

"La mirada del hambre"...


Foto de AP publicada por BBCMUNDO. 

Me quedé largo tiempo mirando la mirada de un niño de Somalia que muere de hambre. Vi al chiquillo en una fotografía. Su ojo derecho me atrapó dentro de un tunel de angustia, compasión, frustración, tristeza, rabia, impotencia, trance. De su pupila parecía brotar una mosca. De la mía... lágrimas. Esa tierna criatura ya no puede llorar. Seca y sedienta sus esperanzas se encuentran, tanto como su alma, su cuerpo, su futuro, su tierra

El jovencito junto a cerca de 12 millones de seres habita en una región denominada El Cuerno de Afríca, de la que el país de Somalia forma parte y el cual experimenta la peor sequía de sus últimos 60 años.  

Son poblaciones socialmente difíciles de entender. ¡Bueno! como la mía también. No obstante, la pobreza de estas regiones es mucho más extrema, como extrema lo es su grado de corrupción y violencia. Algunos espectadores en tertulia afirman que Afríca se merece lo que en muchas de sus zonas padece. Otros sostienen que "los negros" para sufrir nacieron. Nadie brinda razones convincentes. Ni siquiera la comunidad internacional. Y aunque la hambruna y las sequías no son solamente de Somalia, son situaciones paras las cuales YA toda nación debería estar muy bien preparada, de mejor forma como para la guerra se entrena.  

¡Oh Dios!- qué diría Jesús ahora... ¿"Perdónalos Padre AUNQUE ya saben lo que hacen?. Se vuelve cada vez más normal que funcionarios públicos se roben el dinero destinado al bienestar de sus comunidades, como es el caso de los recientes hechos de increible corrupción denunciados por el actual presidente Juan Manuel Santos de Colombia. Es cada día más y más difícil creer en alguien. El ser humano no es tan humanitario pero un "fiel creyente" de Cristo, de Ala, de Buda, de Tom Cruise, de la democracia, del socialismo, del comunismo, del feng shui.

La mosca en el ojo derecho de aquel niño, me recordó que la apocalipsis existe y que podría estar cerca. Que el odio, la podredumbre, la indiferencia caminan más rápido que el amor y la unión en la tierra. Pareciera que el final es la mejor solución para empezar una humanidad  humanitariamente cierta

No obstante, aunque el impacto de aquella imagen del niño somalíe sacudió mi corazón, también tuve que auto sacudirme y recordar el mirar de mi hija, mi pulguita, mi princesa. Y agradecer que en su ojos hoy no hay tristeza, ni en su cuerpo desnutrición. Bendecir lo poco o mucho que hoy se tenga, aunque no le solucione a todos sus problemas, genera un ambiente positivo que me acerca más a Dios. ¿ Tienes hambre?
Por Javier Suárez (Js)