martes, 5 de julio de 2011

Yo NO me llamo "Orgasmo" ni mi nieta "Motosierra"

La periodista Catalina Oquendo escribió en el diario El Tiempo ( un destacado periódico colombiano) la nota titulada "Por políticos corruptos, indígenas Wayús tienen nombres degradantes e insólitos". En una de sus párrafos aclara que el tema de su árticulo causa risa la primera vez que se lee, la segunda impresión, pero la tercera indignación. Yo le agrego asco y verguenza. 



Los Wayús habitan en la Guajira, departamento costero de Colombia que límita con Venezuela. Son una comunidad muy tradicional y reconocida por su medio cultural. Si bien salen en calendarios y en folletos para turistas, en épocas de elecciones son víctimas de una clase política sinverguenza y de un sistema de registro ciudadano asqueroso. Habrán notado los calificativos despectivos que uso para describir a una parte de los portagonistas del reportaje. Pero creanme que son compasivos con relación a lo que verdaderamente merecen estos canallas. 

Los Wayús (Wayuus) no hablan español. Y ese punto es aprovechado por políticos de su región que sedientos de votos se burlan del ser humano y de la misma Nación. Con la complicidad de funcionarios públicos del Registro Civil acuden a las parcelas indígenas para hacer cedulaciones masivas, ya que con cédula en mano, se convierte en posible voto cada ciudadano. Como los Wayús tiene nombres nativos, supuestamente muy difíciles de entender por los "profesionales" del registro, entonces se les hace más fácil bautizar como se les de la gana a los indígenas. "Raspahierro, Cosita Rica, Payaso, Tarzán, Bolsillo, Landrover, AlkaSelzer, Borracho, Motosierra, Cohito, Teléfono... etc" son parte de la lista de rídiculos nombres con el que han sido cedulizados más de dos mil Wayús. Lo que para los inescrupulosos es un chiste, para los afectados es un hecho que ataca su cultura, su identidad, su dignidad.


La falta de respeto al prójimo es carencia de amor hacia el mismo. Eso genera sociedades falsas alejadas de la armonía. ¿Qué se puede esperar de esa baja clase política y mediocres funcionarios que bautizan con irresponsabilidad la confianza del pueblo que sirven y representan? 

Oquendo escribió el artículo para informar acerca del documental que sobre este hecho, realizó la cinematógrafa Priscila Padilla, con el título de "Nacimos el 31 de diciembre". Y es que para completar o exponer el grado de descaro y burla al que fueron sometidos los Wayús, la mayoría de ellos aparecen en la cédula o documento de identidad, como personas nacidas un 31 de diciembre, todos tienen 18 años de edad, aunque muchos estén a punto de cumplir sus seis o más décadas de vida. 

Comparte esta nota con quien más puedas. Y expone tu rechazo a esta conducta arrogante que afecta a una comunidad ingenua pero original y decente. 
Por JS- Fotos internet


Enlace: http://www.eltiempo.com/entretenimiento/cine/problemas-de-identificacion-de-los-wayu_9802124-4







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