miércoles, 29 de abril de 2020

Pensamientos en cuarentena.

Pensamientos en cuarentena.

Si tu imagen se borrara primero o si la mía se desvanece antes... ( ? )

lunes, 27 de abril de 2020

Todo lo que veo es bueno cuando lo observo con sentimientos positivos



Todo lo que veo es bueno cuando lo observo con sentimientos positivos. Diferentes nubes, la misma fe. 

Desde el balcón mi ser aprendió una acogedora lección, todo lo que veo es bueno cuando lo observo con sentimientos positivos. 

Al asomarme desde tal mirador contemplo un paisaje acogedor para mis sentidos, bueno si así lo decido, porque podría ser todo lo contrario. Es como un fotografía rectangular. En la parte inferior de esa imagen una mezcla de numerosos edificios en construcción combinada con decenas de torres de apartamentos nuevos y miles de techos de hogares ya viejos. 
En la parte superior un cielo que algunas veces se muestra claro, despejado, y otras totalmente opuesto. 
En medio de las dos anteriores descripciones, surge una cordillera inmensa que a la ciudad atraviesa sirviendo de orilla. Una Montaña maquillada con una tonalidad verde celestial y a la vez por una creciente sombra de erosiones, deforestaciones y crecimiento urbano. ¿Es ello bueno, es ello malo?

En realidad es relativo. Muchas veces he tenido frente a mis ojos paisajes hermosos que jamás admiré, que nunca disfruté. Algo imposible de lograr cuando tenemos en el corazón sentimientos de odio, miedo, incertidumbre, envidia, rencor, desilución, negativismo, vergüenza, autojuicio, baja estima y todo lo que se le parezca. Se puede estar parado en el mejor balcón con la vista más espectacular y dicho panorama será invisible siempre,  para aquel que aunque vea perfectamente se niega a mirar.

Sin necesidad de tener un balcón muchas personas desde donde están, se encuentran gozando de la gran energía que regala una bendición cuando se le contempla. Sin duda alguna, esas personas están experimentando emociones muy positivas en el momento. Tienen más fe que temor. No les importa lo que de ellos los demás digan, sino lo que de sí mismo cada uno piense, y cómo se sienten con relación a eso. No por soberbia, sino por libertad. Recordar, aceptar y agradecer que somos hijos de Dios, nos dá el impulso necesario para comenzar cada vez que debamos hacerlo, así sea más de mil veces al día. La otra opción sería pensar, sentirnos indignos de ser príncipes celestiales y comer por siempre la mierda que hemos creado como víctimas del Universo. 

Quienes contemplan en sus paisaje las bendiciones que tienen, agradecen mucho más de lo que piden. Piden a Dios una vez y lo dan por hecho. No se vuelven oradores compulsivos que gritan y gritan sus necesidades, hablan y hablan sin parar de sus miedos. Son gente que escuchan en el silencio la voz de Dios, que sus mentes no están la mayor parte del tiempo pensando en lo que fue, en lo que no fue o en lo que será, sino que observan sin juzgar lo que es. Y a partir del momento y de la situación en la que se encuentran, deciden hacia dónde quieren ir, entregando al Creador sus deseos, y con absoluta confianza en el poder del universo, se relajan un poco y gozan del camino ya sin preocuparse de la meta.

... Y el camino tiene obstáculos como cielos oscuros o claros el paisaje desde mi balcón. Pero tanto la nube negra como el cielo despejado son bendición, cuando dejamos que Dios mire a través de nuestros ojos. Cuando recordamos que Dios está en el trono,  resulta confortable afirmar con fe, que pase lo que pase, todo está bien. 

Ayuda mucho el dejar de autojuzgarse. Ayuda mucho recordar y aceptar nuestro origen divino y por ende un final igual. Final que solo es un nuevo y mejor comienzo en la variada eternidad. Ayuda mucho perdonarse a sí mismo primero, después a lo demás. Luego el ya dado perdón de Dios nos hará verdaderamente libres. Ayuda mucho agradecer, alabar más que orar. Vivir más que sobrevivir. Bendecir más que envidiar. Callar más que murmurar. Ayuda mucho amarse primero a sí mismo, para luego amar a los demás. Ayuda mucho agradecer lo poco que nos esté haciendo feliz, en vez de enfocarnos en lo mucho que creemos necesitar. De tabla en tabla se puede hacer una enorme escalera de fe, que sobrepase el muro que nos está en el miedo frenando. Si crees o no, de cualquier forma tienes la razón. 

Por JSusurro 

lunes, 6 de abril de 2020

Una misa extraña, un miedo latente, una fe vigente.




Por mi horario de pico y cédula salí con tapabocas a la tienda. Observé como el Ejército instalaba un pequeño púlpito en el separador de la avenida. Recordé que era el inicio de la semana mayor. El inicio de una Semana que de debe ser ahora más Santa que nunca.

El sacerdote católico invitaba a las personas a participar de la eucaristía desde sus balcones. Los mismos que le han dado respiro a los pulmones agobiados por un aislamiento necesario pero estresante. Poca gente lo hizo. Fue una misa extraña.  El miedo era latente, a la vez  la fe seguía vigente.

Impactante tal instante. De aquellos hechos que si se sobrevivo, los recordaré tranquilamente, deseando obviamente que la humanidad no vuelva a experimentar tal zozobra, aunque se la merezca, aunque ella misma la genere.

"La pandemia del coronavirus es cruel, pero más cruel es la pandemia de la poca fe" pronunció el sacerdote, haciéndose oír por medio de poderosos amplificadores de sonido. Su frase coincidía con lo que he experimentado estos días, episodios de pánico, de angustia, de una desesperanza que asfixia tanto o más que el virus, y de los cuales he escapado respirando fe.

Dios está en el trono, me he repetido calmadamente mientras el miedo busca contagiar mi espíritu. Dios conmigo nada contra mí. Estoy a salvo en sus manos. Todo lo puedo en Cristo que me fortalece... y entonces poco a poco esa agonía macabra desaparece. Sigo respirando lenta y profundamente. Medito después; si a Dios ya le entregue el control de mi vida, mis miedos, mis valentías, mis vergüenzas, mis deseos, entonces no debo seguir temiendo. Pase lo que pase, bajo su santa voluntad todo está bien. Eso es fe. Se tranquiliza mi alma, mi cuerpo cesa de experimentar esos raros escalofrios, mi mente se aplaca y disminuyen mucho los pensamientos negativos.

Volviendo al tema de la misa, otra escena, que aunque triste fue más divina... El cura repartiendo la comunión a través de las rejas y a las pocas personas que conservando la distancia prudente, se retiraban los tapabocas brevemente.

Luego la bendición final y de nuevo al aislamiento físico, pero no espiritual. No olvides que... Dios contigo, conmigo, pase lo que pase, todo está bien. Si crees tienes la razón, sino crees, también la tienes.

Por Javier Suárez (Susurro)

lunes, 30 de marzo de 2020

Los sentimientos necesitan reposo



Por Javier Suárez/ susurro12
Escrito en el 2013

Hoy estoy entendiendo las ventajas de la soledad. Al final, esta resulta siendo una excelente compañía. El camino "equivocado" que nos puede llevar a un punto correcto. La experiencia "triste" que genera alegría. La oportunidad de conocernos a sí mismos, más que el espejo a nuestros cuerpos. Soledad... Creo que es mejor llamarla "reposo".

Almas inquietas por el valor o el miedo. Corazones fortalecidos o por el mismo amor heridos. Egos desnutridos por la desilusión o súper alimentados por la ambición. Todos y todo necesitamos reposo. O mejor dicho, algo de soledad.

Es en soledad cuando nuestro ser encuentra con quien hablar. Si sabe escuchar la voz de Dios oirá. Si solo oye su propio grito el eco del tormento hará su ruido. Es en soledad cuando las ideas suelen ser más brillantes o las conclusiones muy oscuras. Si en soledad la soberbia es la compañía, no habrá reposo ni de noche ni de día. Es entonces la condición perfecta para preguntarnos y respondernos. ¿Cómo nos estamos sintiendo? ¿ Porqué estamos así? ¿ Es lo que queremos? ¿Qué camino seguir? - Con respiración profunda y lenta en reposo encontraremos respuestas, la sabiduría para entenderlas, y la fe para aceptarlas e incluso transformarlas.

Ay de quienes con afán buscamos algo que hacer o con quien estar para esquivar estar solos. Pues perdemos la oportunidad de hacernos a sí mismos compañía. Se podría estar entre multitudes danzando, durmiendo con alguien a nuestro lado. Tener muchos amigos, contar con muchos empleados. Ser simpático o esquivo, Joven o viejito, altos o bajitos, feos o bonitos, la soledad no discrimina. Es un regalo que nos da la vida. Una pesadilla que no termina. Depende en realidad de lo que con ella se haga. Reposar en soledad es la mejor alternativa. Sirve para recargar energías. Gozar de la infinita libertad que dicha prisión brinda.

Como escribió en uno de sus libros mi gran amigo y colega Paulo Coelho. ¡ Jajaja! Como quisiera que ello fuera cierto y ser amigo de tan gran pensador y maestro. ¡Bueno!!!! en soledad así lo pienso, y creo que sin conocerlo, por medio de sus letras somos ya grandes amigos. Ven, la soledad ayuda a convertir en positivo muchas cosas que tenemos en negativo o al revés. En fin. ¿ En qué estábamos? Ah ya, en lo que escribió Coelho con relación a la soledad: " Y, para aquellos que no se dejan asustar por la soledad que revela los misterios, todo tendrá un sabor diferente. En soledad descubrirán el amor que podría llegar inadvertido. En soledad, entenderán y respetarán al amor que se marchó. En soledad, ellos sabrán decidir si vale o no la pena pedirle que vuelva o si deben permitir que ambos sigan un nuevo camino".

Dejé de temerle a la soledad, de rechazarla, de disfrazarla, de ocultarla, de desaprovecharla, y ahora que es mi cómplice he hallado más amigos, nuevas experiencias, mas valor. Sé más de mí. Estar en soledad, en condición de su amigo, nunca será un tiempo perdido.

Los pedos de la fe


A mi puerta, o mejor, al timbre de mi hogar se pegaron dos testigos de Jehová. Timbraron una, dos, tres, cuatro veces. Me asomé con sigilo por la ventana. Muy pendiente de que no se percatarán de mi presencia. Y lo estaba logrando hasta que… se me salió un gas. Un pedo de esos que suena como trombón, que desconcierta con su poderoso y desentonado rugir, incluso hasta a los perseverantes testigos de Jehová.

Timbraron con asombro una vez más. Entonces les grité desde el interior "Jesús no está aquí, ha resucitado. Por eso han sonado las trompetas". No se rieron pero finalmente se retiraron. Continuaron en la casa de al lado. Les juró que aquel ruido intestinal no fue voluntario. Pues es que aveces llegan visitas justo en el instante menos indicado. Maestros cuando el alumno no está listo. Consejos cuando nadie los está solicitando. … En fin.

Y así de inoportunos somos muchos aveces o casi siempre. Sobre todo en temas de religión, amor y cultura. Decimos a otros que nuestras creencias, nuestros sentimientos o costumbres son la única razón, y vamos hasta sus hogares, sus trabajos, con nuestros libros, con nuestros consejos, con nuestra música, con nuestros deseos, soberbia y sabiduría, buscando a "timbrazos", a gritos, con sobornos emocionales o con parlantes a todo volumen, el ser invitados a pasar. Que nos den la oportunidad de convencer, incluso de imponer nuestro estilo de credibilidad.

Por ello pido perdón a Dios, de rodillas, de pie, sentado o acostado, en un templo, en el desierto, en el bosque o entre el tráfico, pero con el corazón de tanto ego cansado, por las veces que como hijo, que como padre, que como pariente, que como hombre, como periodista, que como poeta, como creyente he querido dejar a otros con la boca abierta y sus mentes atormentadas, manipuladas, sus corazones desconcertados o enfadados.

Es entonces esa tóxica vanidad espiritual, académica, estética, moral, social, ideológica… como gas, ese pedo atravesado que, si bien debe salir, lo hace en los instantes, escenarios menos apropiados, de la forma más inadecuada y frente a quienes en vez de acercar, alejamos.

Pido a Dios perdón por mi arrogante orgullo y por pensar que la luz de su enorme sol no brillaría sin la llama de mi vela. Qué su visible e invisible obra y amor necesitan de mi obstinada defensa. Pido perdón a la fuente de creación por no fortalecer en mi existir el 'arte de permitir". De permitirle con amor a los demás ser como son, respetar su pensamiento. Su música, su libre albedrío.
Si cada quien se permite ser en PAZ aquello  que predica, ser en PAZ aquello en lo que cree, nadie tendría que convencer a nadie. El alumno cuando estuviera listo haría aparecer al maestro. El maestro entendería que nunca se para de aprender. Es decir… los pedos, ni en la fe, serían gases molestos.

Con afecto:
Javier Suarez
susurro

No te culpes por tener miedo...


Reconocer que tenemos miedo no es perder el valor. Pues se necesita de mucho coraje para aceptarlo.  Maquillar esta emoción con frases positivas sin sentirlas o expresiones negativas bajo enojo; con oraciones angustiosas o cánticos alegres entonados con zozobra;  con culpas y juicios por el pasado, con expectativas por lo que viene; con sonrisas fingidas o llantos imparables... sólo aumenta la profundidad de tal temor.  No cambia en nada a nuestro favor  la situación.

Hay que dejar fluir todo, sin aferrarnos a nada. Salirnos mental y emocionalmente de esa corriente de angustia que nos arrastra hacia el pánico, si se lo permitimos.  No se trata de que ese torrente nos lleve a donde  quiera,  ni de nadar contra esa fuerza  agotando en vano las nuestras. Tampoco se trata de ignorar. Observar es la cuestión, desde nuestro corazón. Observar cómo ese miedo en forma de caudaloso río avanza,  y sin sumergirnos en el, y sin huir de sus aguas, solo observando, como un espectador neutral, le quitamos a la mente mucha fuerza negativa y podremos entonces contemplar como esas aguas turbias se alejan, mientras las de nuestra fe se aclaran. Pues es en la calma, en el silencio que nuestros espíritus escuchan al Creador. Se comienza a experimentar una paz interior acogedora, muy poderosa. La mente se desconecta de las culpas, de las lamentaciones del ayer, se desenchufa de las expectativas inquietantes del mañana. Se ancla en el ahora promoviendo una seguridad milagrosa, ajena al resultado final. Surge una conciencia de que todo en manos del Creador está bien. De que todo está bien con uno; De que todo lo creado contra ti, contra mí, no prospera. pues Dios contigo, conmigo... Nada ni nadie encontra de nosotros; Que todo se puede en nombre de Cristo que nos fortalece.  Vivir o morir...Ya no es miedo, es fe. 

Por Javier Suárez , Susurro.


'Si crees, tienes la razón. Sino crees, también la tienes' (Anónimo)



domingo, 22 de marzo de 2020

Vivir o morir, pero con fe.


El temor que en mí desata la pandemia del Coronavirus, ha hecho, contradictoriamente, que también se desate mi valor.  No tengo el control de la situación en general. Lo que sí tengo es dominio sobre mis emociones frente a ello.
Elegir, sigue siendo el tema. Miedo y derrota. Pánico y desesperanza- o miedo y fortaleza,  Angustia en calma. Vivir o morir pero con Fe.

La fe es poder. No es la repetidera fastidiosa de una oración, dicha en la mayoría de los casos con enojo, desespero, sin entender muchas veces lo que se dice.  Tener fe es nuestro privilegio, no la obligación de Dios. La fe es antes del actuar de Dios. No obstante por siglos hemos esperado lo opuesto. La fe es dar por hecho lo que aún sin tenerlo se agradece.  La fe es sentir que todo está bien, pese a que la tierra tiemble.

Hoy he decidido que aunque tenga miedo, no es el pánico lo que ocupa el trono. Dios es el que reina. De quién se tenga en el solio o aquello que le permitamos que lo ocupe, depende la dirección de nuestra vida.  En lo personal, casi nunca he reconocido con sincera humildad que Dios es el Rey, aunque he ido a misas, cultos, retiros, aunque le digo a muchos constantemente que el Señor les bendiga. Aunque he rezado rosarios y padres nuestros por montón...

Hoy no me apego a la vida, ni me aferro a la muerte. Le entrego a Dios el control. Si sobrevivo o fallezco, llegaré al final de mis días, viviendo el momento con la calma de su amor, que se manifiesta incluso entre lágrimas y dolor.  A quienes tienen fe y a quienes no la tienen, a todos nos llueve por igual. Pero al final quedará en pie y triunfante, quien sobre la roca de la fe construya su hogar espiritual.

Hoy decidí mantenerme informado del Coronavirus pero sin ahogarme en el tema. Decidí escribir de nuevo, algo que siempre me ha gustado, y que casi nunca he usado como don. Hoy decido dejar a Dios actuar sin decirle, sin gritarle qué debe hacer. Le expongo con respeto mis anhelos y en sus manos los dejo, con la seguridad, que su voluntad trae bien, así se cumplan o no mis deseos. Una voluntad que al ser aceptada y bendecida, trae una paz mágica, aun cuando dificultades acechan.   Hoy dejo de juzgarme por lo que no soy o por lo que fuí. Hoy me acepto como soy, me perdono y me empiezo a amar. Lo mismo hago con relación a los demás. Hoy reconozco que Dios todavía es mi alfarero, que sigue moldeando mi ser. Y que aunque su obra en mí no esté finalizada, su hijo siempre seré.

Es tiempo adecuado para que dejes fluir lo mejor de ti. Escribe, pinta, cocina, canta, decora, limpia, que se yo... Todos tenemos algo que nos ayuda a sentirnos bien y al mismo tiempo, ser algo útiles. Vivir o morir, pero con fe.

(Por Javier Suárez- Susurro )

martes, 4 de octubre de 2016

“Sangre de Egos...” Imperio Romombiano


Como en la antigua Roma, en la moderna Romombia se llevan también a cabo batallas sangrientas, ideológicas, políticas, populistas... Por el poder. 

Desde mucho antes de Cristo, como hoy- 2016 años después- todo sigue lo mismo. Gobernar en cualquier lugar a como de lugar es todavía el gran objetivo. Y hay que alcanzarlo, con traición, coalición, con piedras, con palos, con flechas, con lanzas, con fusiles, con redes sociales, con sexo, con paz, con guerra, con guerrilla, con ejército, con oración, excomunión, exorcismo, paramilitarismo; con falsos positivos, con discursos populistas, con acuerdos frágiles y peligrosos plebiscitos; con medios de comunicación vendidos. Pero sobre todo con el arma de armas, los habitantes de un pueblo que poco o nada piensan por sí mismos; que hablan demasiado de aquello que saben nada o muy poquito; que siguen a ciegas por el camino de barro o mierda que otro les señala, aunque ese otro, camine sobre oro fino.

Los tiempos no cambian porque aún cada persona no lo hace. Manipular a las masas es más fácil que atraer a un corazón reflexivo; a un hombre, a una mujer, a un homosexual o transexual que piense por sí mismo. Que sepa con certeza que sentimientos hay en su corazón, que nunca está vacío. Que sin vacilar siga las emociones que lo llevan hacia el bienestar espiritual y no al abismo del mundano egoísmo. 

Muchos esperan que les indica un discurso para tomar una decisión, ignorando que las palabras casi siempre son parte de la estrategia, mientras que los sentimientos propios son esencia del ser. Otra cantidad repite sin parar aquello que escucharon, lo repiten tanto que aun sin sentirse cómodos con el asunto, terminan creyendo en ello, aunque pruebas, experiencias, conocimientos o argumentos no tengan al respecto; Cientos no se atreven a renunciar a su historia personal o colectiva, esa que les hace gritar "pobre de mí, de mi país. Me pasó esto, fui víctima de aquello, jamás podré olvidar. No se puede perdonar. Nada puede cambiar. Solo el Dios en el que creo, o el presidente que elegí o aquel por el que no voté, cambia o empeora este mierdero, porque yo no tengo la responsabilidad, ni la oportunidad de hacerlo. Es que el gobierno, es que mi vecino, es que mi jefe, es que mi enfermedad, es que mi religión, es que..."

... Y eso lo saben los emperadores y senadores de todos los tiempos. Aquellos que buscan el control por ego. Que se acostumbraron a las delicias soberbias del poder que ofrece un pueblo cuyos habitantes aún no piensan por sí mismos. 

Las guerras que le dieron gran auge al Imperio Romano también lo desangraron. Pero su caída provino desde su propio estilo de gobierno. Traiciones y asesinatos entre familiares por ascender al trono. Conspiraciones en el imponente senado para obtener sobornos. Guerras mortales creadas con débiles enemigos para ocultar otro objetivo. Bacanales que duraban días entre la clase alta que promulgaba moral. Sueldos elevados para los más ricos funcionarios del gobierno, electos por el pueblo hambriento. Corrupción. 

Los tiempos no cambian porque aún cada persona no lo hace. Y eso lo saben los emperadores y senadores de todos los tiempos. Como los de Romombia, Nerón Santos y Cayo Uribe. Ambos aprendieron con fatal ego, que en el circo de la política, la sangre, la guerra, la paz (No el bienestar), el populismo, la desinformación, le siguen gustando al pueblo. 

No obstante en la eternidad del universo todo es posible. Por insignificante que parezca un sencillo paso, dado hacia el lado correcto nos puede alejar del abismo. Empecemos por nosotros mismos. Como sugerencia, cada quien, sin preguntarle a la televisión, al pastor , al cura, al político, al vecino, y en la soledad tranquila de algún espacio y momento, respirar lenta, profunda y suavemente. Una, dos, tres, cuatro y cinco veces o más. Cuando la respiración es lo único que llama la atención, te darás cuenta que la cantidad de pensamientos que genera la mente se han reducido notablemente. Estás en un silencio interno fascinante, diferente. La oportunidad ideal para dialogar contigo mismo. Te podrías preguntar ¿ Es este el país, la ciudad, el barrio, la casa en la que quiero vivir? ¿Qué he hecho para vivir como quiero? Deja entonces ir en paz tu pasado. Renuncia a tu historia personal y colectiva. Renace a partir de esa comunicación con Dios en tu interior, sin bullas, sin gritos, sin chismes, sin algarabía. Perdona, perdónate y arranca (0) kilometros con el motor potente de un espíritu libre que ha recorrido como esclavo toda la vida. 

Enfócate en las cosas y personas que en el ahora te causen bienestar. No en aquello o aquellos que te incomodan. Y a partir de esa naciente perspectiva, formarías parte de ese grupo de individuos que creen en la gloriosa eternidad, bondad, buen humor y amor real del poder que los creo. 

Un conjunto de individuos que han transformado primero su interior, puede cambiar la estructura de una sociedad que sigue primitiva aunque use teléfonos inteligentes. Y de paso generar una renovada clase política que nunca bañe a su pueblo en la terrible sangre de egos.

Con afecto...

Javier Suárez (susurro)

domingo, 29 de noviembre de 2015

"Sí… yo lo maté."


Clavé mi navaja en él. Busqué en su interior lo que yo tenía dentro. No hay remordimiento. 

No lo hice sufrir como él a mí me hizo padecer. Lo tomé en mis brazos cuando moría. Le miré con respeto mientras con respeto también me veía. Intentó reclamarme pero no lo dejé. Clavé más mi navaja en él.
Llegué a pensar que matarle nunca yo podría. Llegué a creer que sólo su poder existía. Me sentía sin salvación víctima mortal de su mortal ley. Le entregué mi vida entera y nunca viví, solo agonicé. 

Lo maté sin odio. Le asesiné con amor. Ya no me importa lo que fue, vale más lo que soy. Sin apego a sus recuerdos, a sus triunfos, a sus derrotas. A nada de su historia. 
Por un momento estuve tentado a salvarle. A detener su hemorragia con mi sangre. A decirle que lo sentía y que prefería que siguiera con vida aún a costa de la mía. 

Pero no. Clavé más mi navaja en él. Lo maté sin odio. Le asesiné con amor. Al final me lo agradeció. De la misma forma que le agradecí también. Ambos fuimos compañeros de viaje, de desvelos. De satisfacciones que ya no eran, de miedos que ya no asustaban. De pecados que Dios no juzga y que siempre me condenaban. De un ego insoportable que jamás perdonaba; que elegía el sacrificio como único edifico para que alma "descansara"; que idolatraba al egoísmo predicando compasión; que criticaba sin mesura en nombre de la religión; que imponía como fuera mi razón como única razón; que decía con temor 'tengo fe"; que creía andando de cabeza que el mundo estaba al revés; que imploraba paz bendiciendo la guerra; que imploraba abundancia decretando escasez; que esperaba ser feliz sólo si algo o alguien se lo permitía y que culpaba a algo o alguien de aquello que con tristeza cubría a mi ser. 

Asesiné a mi pasado. A ese ayer que insistía en ser mi hoy. Lo enterré con honores en medio de oraciones. 
Lo maté sin odio. Le asesiné con amor. Que me arresten. Al fin y al cabo ya soy libre. Y él también. 

Por: 
Javier Suárez/ Susurro.

viernes, 23 de octubre de 2015

El abrazo de su sombra

A veces para dejar ir en calma hay que permitir que los recuerdos lleguen en tormentas. En cascadas de lágrimas que bañen el espíritu entre caudales suaves de profundas tristezas. Aceptar que el dolor no se ha ido del todo. Que jamas lo hará. Y entonces llorar, llorar, suspirar, reconocer que se le extraña a ese ser que ya no está. Luego de tan noble sinceridad, bendecir su celestial mudanza hacia algún punto del espacio universal; respirar lenta y profundamente mientras los ojos se secan y el corazón retoma su pulso normal. Sentir en silencio el abrazo de su sombra y reforzar con oración natural la seguridad, en un reencuentro no muy lejano con tan hermosa alma. 
Te extraño, te amo mamá. 
16 meses de tu partida. 
Con afecto

martes, 13 de octubre de 2015

Cañon del Combeina una aventura con plan A, B, C…



Susurro eco turístico… 
Cañon del Combeina una aventura con plan A, B, C…


"Ella no se dejó acariciar. Estaba alterada. Inundada de ansiedad por la tempestad de la noche anterior. Pero permitió que la observara, que la admirara. Y en su poderoso rugir prometió dulcemente que pronto se dejará consentir nuevamente."
(Javier A Suarez M ) -Susurro12.

… El clima y sus naturales caprichos son bendiciones que en muchas ocasiones hacen cambiar los planes que se tengan. Empacar o desempacar maletas. Terminar secos o mojados hasta las… En fin.
De ahí lo importante es siempre tener un plan A, B, C, D, Etc. Y en eso nos ayuda mucho en Ibagué el Cañón del Combeima. 
Recientemente visitó mi tierra una pareja de galenos que venían del encantador departamento del Huila. Con su visita también nos honró una familia de la región de Nariño. Vinieron a disfrutar de nuestra ciudad y de la aventura que ella quiere brindar. La misma que pequeñas empresas como Ibagué Extremo, se esmeran por promover. Contando aveces la esencial ayuda del Sena, quizá de la Universidad del Tolima, superficialmente de la Alcaldía y casi nunca de la Gobernación. 

Esto lo digo a título personal. Como periodista independiente y eco espiritual he recorrido en los últimos meses diversas zonas de mi ciudad natal y de mi departamento. Una región con destinos infinitos para el eco turismo, para el deporte extremo. No obstante, "con los pantalones abajo" a la mayoría los ha sorprendido el auge de esta modalidad de turismo. Los políticos, ni hablar. Al menos los locales solo saben de ciclo rutas. Algunas entidades oficiales se han dedicado a hacer estudios que terminan en un simple informe o repitiendo lo mismo de otras investigaciones. Otras quieren integrar a los operadores de turismo y hacen capacitaciones que se resumen en certificados de papel y en la foto para el Face. Y ahí está el factor primordial, los operadores. Son ellos los que están haciendo agotadores esfuerzos por proyectar este vital modelo en la zona. Saben que como empresarios les toca y poco a poco buscan unirse, tarea difícil. Avanzan entre medidas individuales y una que otra estrategia colectiva. Pero ahí van, hacia adelante. 

El Cañon del Combeina es un corredor de naturaleza fascinante. Ríos, cascadas, montes y valles hacen de esta zona una ruta encantadora por sí sola. Se le disfruta caminando, a caballo, en ciclo, moto o auto. Su clima es fresco, tirando en las tardes a frío. Eso sí, en gran parte las vías de acceso son un mierdero, igualito al interés de las autoridades regionales por mejorar este aspecto. El paisaje es celestial, la temperatura igual. Lo infernal es el tráfico de los domingos y el estado de la carretera. Los conductores de motos pilotean sus naves como locos. Irresponsables también conducen sus autos a velocidad, como los conductores de las busetas de transporte público. La vía carece de señalización y el sobrecupo o sobrecarga del hermoso cañón se nota por los trancones y riesgos a lo largo de la vía. Aunque parece invisible la autoridad en materia vial, cabe anotar que en materia de seguridad el asunto mejora. La policía y el ejército hacen presencia en la zona. 

Sin embargo el Cañon del Combeina ofrece plan A, B, C, D, Etc… Si el clima o lo que sea impide el desarrollo de l actividad inicial, por otras alternativas gastronómicas o ecológicas se puede optar. Si el asunto era hacer, por ejemplo canyon, y el fuerte caudal de la cascada no lo permite, entonces senderismo se vuelve lo ideal. La regíón ofrece una cadena extensa de restaurantes campestres de todos los precios. En su relieve reposan diversas fincas que ofrecen hospedajes y rutinas eco turísticas agradables. Algún día existirá un directorio online potente que agrupe todas las opciones sin desorientar al turista local o extranjero. Por ahora a buscar por cuenta propia en Google o en Facebook. 

Recientemente y gracias a la invitación que me hizo Ibagué Extremo pude conocer a nuestros turistas y compartir con ellos un día en algunas actividades en el adorable Cañón del Combeima. A propósito, ese plan A, B, C . D . Etc… Lo deberíamos tener todos. Los dejo con algunas fotos. Abrazos… Y no pospongan la idea de recrearse, de divertirse naturalmente. Cada lugar en el planeta tiene su fantasía.

Javier Suárez / Periodista Eco espiritual. (susurro12)
Más fotos en:


lunes, 12 de octubre de 2015

Canyon Ibagué



Ella no se dejó acariciar. Estaba alterada. Inundada de ansiedad por la tempestad de la noche anterior. Pero permitió que la observara, que la admirara. Y en su poderoso rugir prometió dulcemente que pronto se dejará consentir nuevamente. (Javier A Suarez M
Viva el canyon.

Susurro eco espiritual

Si pudiera ser tan natural como la misma naturaleza, el espíritu y no el ego, guiarían mi vida por el sendero del ahora. Sin apegos, sin expectativas. Sin remordimientos por el ayer, sin temor por el mañana. Con fe, perdón, asombro y gratitud constante. (Javier Suárez)

" Me voy 'pa' la mierda"

Ahora sí, rápido… "Me voy 'pa' la mierda". Debe ser bien interesante ese destino ya que en algún punto de la vida o en varias situaciones de la misma, nos han enviado o hemos mandado a muchos para allá. (Javier A Suarez M)

Un susurro nómada. " Como el café de mi tierra"

Constantemente me preocupaba demasiado cuando mi conducta no agradaba a los demás, como agrada a todos el sabor exquisito de aquel café tolimense hecho en leña. Ahora no me interesa la opinión que sobre mí alguno tenga. Me importa más mi decisión, mi elección de ser feliz aún entre mis tristezas, con o sin la gente que amo cerca. Con o sin la aprobación ajena. Ahora busco disfrutar de mi ahora sin afán. Como se debe degustar el aroma de mi tierra y el existir de gente auténtica, espontánea, espiritual y positiva como tú. (Javier A Suarez M)

jueves, 1 de octubre de 2015

Un Susurro solidario (Recordando)

Muchas veces un gesto de solidaridad sin arrogancia, sin hipocresía limpia de maleza el camino de un ser que ayuda necesita para avanzar. Una fuente más de trabajo tiene ahora este reciclador de basura que ya ha empezado a usar la guadaña y las herramientas que le pude con esfuerzo y gran inspiración obsequiar. Acto en homenaje a la nobleza que en vida expresó mi madre y en honor de ustedes, quienes me apoyaron con admirable humildad durante aquel desgarrador periodo de su agonía. Gracias una y mil veces más.

Mauricio el reciclador... Un corazón sin basura.
Este personaje es uno de los recicladores de desperdicios que pasa por mi barrio. Lo he visto en actos de honestidad, solidaridad y humildad, y no de esa que genEra la pobreza, sino la espiritualidad. Es una persona muy agradecida y servicial. Le he invitado a desayunar y a almorzar algunas veces en un restaurante popular cercano. Y créanme, se dialoga con este ser de todo, de una forma muy agradable. Este reciclador con un corazón sin basura, podría tocar el cielo con las manos sí le ayudamos. No está acostumbrado a los regalos de la Navidad, pero si cree en Dios. Por ello piensa que una guadaña podría ser su milagro. Es un aparato que se utiluza para cortar el césped. Así el puede ofrecer un servicio más, recorriendo las calles de la ciudad montado en su vieja amiga, la bicicleta. Por cierto, una bici, aunque sea de segunda también le caería bien, pues le fascina el ciclismo y le gustaría tener una bici en buen estado para salir en su día de descanso. En fin, si alguien quiere reciclar amor en esta fecha por medio del reciclador Mauricio, me escriben por favor. Gracias. La guadaña vale $350.-mil pesos colombianos ( us$180 dólares)


En honor a ustedes y a mi madre… Recicladores de amor.
Sin que yo fuera pariente de ustedes acudieron a mi auxilio. Cuando mi madre entró gradual y rápidamente en etapa de agonía y su vida se desvanecía, el apoyo moral, económico, espiritual que espontánea y desinteresadamente me ofrecieron, me facilitó el permanecer a su lado aquellos finales, esenciales, dolorosos meses y cruciales momentos. 

Conectados por los sentimientos de amor que "a veces" genera la misma sangre, familiares, estuvieron tan cerca de nosotros, incluso estando lejos. Parientes que se desvelaron en oración y en cuidados. Que sus ojos en llanto sincero de tristeza se bañaron y sus corazones latieron junto al mío y al de mi madre al ritmo de los hechos… A todos, hoy les dedico este pequeño gesto de solidaridad con el prójimo en época de Navidad, bondadoso y sincero tal como ustedes recientemente lo hicieron. Tal como mi madre también muchas veces lo hizo.
Quiero que mi mano derecha se de cuenta lo que hace mi mano izquierda y que juntas se unan por las mismas causas de amor. No quiero que mi mano derecha se haga la idiota. Por eso comparto este testimonio sencillo de solidaridad que ha sembrado en el corazón de un humilde reciclador de basura una agradable alegría y en el mío una paz indescriptible. En honor a ustedes y a mi maestra… mi madre. 

No voy a poner el asunto como uno enorme sacrificio, tampoco como algo tan sencillo. Pero sí, fantástico. Compartir sin temor. Sin apego. Confiando en la capacidad infinita de Dios como proveedor, pude dotar por mi cuenta a este reciclador de varias herramientas nuevas de trabajo (Guadaña, machete, anteojos protectores, repuestos, rastrillo, medidores) que le permitirán tener un ingreso adicional, confiar también en el mundo que lo rodea, mundo que solo cuando uno se desconecta de la fuente divina, lo considera totalmente perdido. 
Este hombre ha dado muestras de honestidad en el barrio. Tiene humildad, no solo aquella que podría generar la pobreza, sino la que proviene de la espiritualidad. Su gratitud es más honesta que la de muchos hijos que reciben un iPhone de ultima generación.
Una vez más... Infinitas gracias por su cariño y apoyo cuando los necesité. Por convertirme en parte de ustedes sin tener su sangre y a mis parientes por hacer que en mis venas no solo corra el mismo tipo de ella, sino también que a mí corazón llegué con fuerza el amor. Dios les siga bendiciendo recicladores de cariño. 
Por Javier Suárez




miércoles, 16 de septiembre de 2015

En el ahora todo lo puedo en Dios que me fortalece.

En la felicidad de algunos hombres a veces hay una parte muy triste de entender… 
Y es que quienes más deberían ser su alegre inspiración son por el contrario la fuerza que les quiere arrastrar hacia la infelicidad. 
No obstante, cuando el alma de un ser toma la sana decisión de ser feliz, no le estorba a los demás en dicho propósito, pero tampoco permite que le impidan avanzar. No se detiene a contemplar las negativas reacciones del ego, propio o ajeno… Y a todo, y a todos deja ir en paz. 
Sin apego a lo que fue, a lo que pudo ser, a lo que será, ni siquiera a lo que es… En el ahora todo lo puedo en Dios que me fortalece. (Javier A Suarez M)

martes, 25 de agosto de 2015

Susurrando

La comodidad que ofrece un lugar agradable al espíritu, genera tanto bienestar como el que brinda un pensamiento positivo. Feliz día pandilla de luz. 
(Js).

Un susurro… "No"

No mandaré al infierno a quien no comparta mi cielo. No viviré en "paraíso" ajeno cuando mi "averno" es más sincero. No le desearé lo peor a un ser cuando este de mis deseos en contra vía esté. No maldeciré a nadie en nombre de Dios, pues El mi lengua bajo mi responsabilidad dejó. 
No citaré escritura alguna para justificar mi soberbia o defender mis miedos. No buscaré amoldar a mi voluntad ninguna vida, tal arrogancia es nula ante la infinidad y perfección del Universo. 
…Y cuando me equivoque, seguiré perdonándome. 
…Y cuando me perdone, continuaré amándome.
Tal vez lastime, pero no asumiré la culpa cuando alguien convierta un rasguño en herida abierta. 
Quizá provoque gran dolor, pero cada quien tiene en su corazón la fuerza y el poder para detener las hemorragias del alma. 
No trataré de pintar el mundo de los demás. Y aunque el mío esté de negro, bendeciré tal color, como también el blanco, el rojo, el azul, el verde. Lo mismo que la bulla o el silencio, propio o ajeno.
En fin, cada cual respira su propio aire, pisa su propia tierra, bebe su propia agua, se calienta o se quema en su propio fuego.
Por: Javier A Suarez M/ Susurro.

domingo, 16 de agosto de 2015

…Un susurro "Camino"

Cada quién tiene su propio camino sobre el natural destino. Cada quien recorre tal senda de la manera que escoja. Aunque divinas señales nos indiquen la dirección oportuna, el ego nos puede hacer perder en medio de tan clara ruta. Pero también, sin temor a estar perdidos, todo corazón puede descubrir fascinantes atajos con sentimientos positivos como brújula. Solo el "ahora" es el rumbo. Lo demás son abismos sin fondo. 
Con afecto:
Javier A. Suárez 
susurro