lunes, 12 de octubre de 2015

Canyon Ibagué



Ella no se dejó acariciar. Estaba alterada. Inundada de ansiedad por la tempestad de la noche anterior. Pero permitió que la observara, que la admirara. Y en su poderoso rugir prometió dulcemente que pronto se dejará consentir nuevamente. (Javier A Suarez M
Viva el canyon.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

No olvides dejar tu comentario