Escuché a una compañera de trabajo hablar sobre su lista de propósitos para el 2011. Recordé entonces que aún no había hecho la mía. Empecé a redactarla. Al ir escribiendo fui sintiendo que ya había escrito esos mismos deseos. Dejé de teclear mi computadora y en My Documents hallé el archivo de la carta que hice el año anterior. ¡Upsss! eran similiares las dos listas. O estaba deseando más de lo mismo o aún no se habían realizado aquellos objetivos. Repasé cada uno de los propósitos de la nota antigua. Concluí que podía para el año nuevo, emplear la misma misiva de anhelos que elaboré para este período que termina. En 364 días muchas de mis metas no logré alcanzar. Al pensar un poco más pude deducir que no actúe en los 12 meses de acuerdo a mis planes. Que mis deseos estuvieron distantes de mi fe, de mis pensamientos y de mis actuares. Algunas personas se quejan que han terminado el 2010 gordas y feas, y que lo opuesto era lo que se habían planteado. Ninguna de ellas fue seguido a un gimnasio, aunque todas en uno se matricularon. Varias ni siquiera cambiaron de peinado y se les vió igual durante todo el año. Frente a muchos de mis propósitos me comporté de similar forma. Además de desearlos y escribirlos, no hice nada más. Ahora, un nuevo propósito es hacer todo lo posible de palabra, obra y corazón para que en el 2011 mi lista de deseos se cumpla mejor. Y tú... ¿tienes lista tu lista?
Por JS
Porque limitarme a una lista? Si prefiero mantenerme abierta a las posibilidades de inesperados acontecimientos que quizas no estarian de acuerdo con lo antes planteado. En conclusion, vivire dia a dia tratando de dar lo mejor de mi, primero a mi, a mis seres amados y a travez de esto al Universo. No soy perfecta pero si muy feliz con lo que soy...Ternura :).
ResponderEliminar