lunes, 6 de febrero de 2012

Las historias de FACE que oculta BOOK

"Un estudio realizado por la Universidad de Utah, Estados Unidos, reveló que las fotos que comparten los usuarios a través de Facebook, en las cuales las personas se ven muy felices, producen sentimientos de tristeza en los usuarios que las observan". Así lo informa la revista en internet Enter.co. 

Voy a ser sincero. A mí me ha pasado eso. Pese a que intento ser más y más positivo en cada nuevo amanecer; Más y más noble; Más y más agradecido por el "pan nuestro de cada día", he sentido envidia ante la alegría que algunos contactos muestran en su página de Facebook. Mi negativo sentir coincide con otra parte del estudio que les mencioné antes, el cual afirma también que "casi el 95% de los usuarios de la red social menores de 23 años reconoce que se siente triste cuando ve que la vida de sus amigos es más feliz y activa que la suya. Además, los investigadores pudieron determinar que entre más tiempo pasan los estudiantes en Facebook, más piensan que otros tiene mejor vida que la que ellos tienen". 

Señala Enter.co en el artículo que " el grupo de investigadores encuestó a 425 estudiantes preguntándoles si estaban de acuerdo o en desacuerdo con frases como “algunos de mis amigos tienen una mejor vida que yo” o “la vida es injusta. 

La socióloga Hui-Tzu Grace Chou aseguró que el estudio fue inspirado en su propia experiencia con la red social. “Hace varios años empecé a utilizar Facebook porque varias personas me lo pidieron, y empecé a ver que varios de mis amigos se veían realmente felices. Eso me hizo sentir bastante curiosidad”, dijo. 

Según el estudio, el mal humor prevalece entre los usuarios más activos, mientras que aquellos que invierten menos tiempo en este tipo de sitios se entristecen menos porque comparan menos su vida con la de los demás. Para los investigadores, el mejor método para levantar el ánimo es cambiar las visitas en esta red social por la interacción ‘real’ o física con los verdaderos amigos". 

Si a un extraterrestre le diera por explorar la tierra por medio de las fotos que publicamos en los perfiles y portadas de nuestro Facebook, pensaría que en este mundo no hay tristeza, que no existe la violencia; Que todo es rumba, glamour, turismo, alegría y juego. 

Y creo que en ese juego hemos caído muchos. A veces el publicar nuestra mejor foto, o mejor, posar artísticamente para lograr una escena fingida, luciendo nuestro mejor vestido, nuestra mejor sonrisa, aparentando una inmejorable alegría, justo cuando la realidad que nos envuelve es diferente, podríamos estar enviando un mensaje equivocado. Hasta podríamos estar desperdiciando la oportunidad de encontrar a las personas ideales o evitando las experiencias precisas para transformar parte de las adversidades que en forma real nos atormentan. 

Sin convertirnos en los pesimistas de las redes sociales, creo conveniente usarlas para mejorar o expandir positivamente nuestro mundo real y no para que la burbuja de lo imaginario o falso se infle más. Por ejemplo: Uno de mis contactos de Facebook es una persona que se encuentra desesperadamente desempleada hace varios meses. No obstante, publica en su página fotos de ella alardeando de su nuevo, costoso y moderno teléfono celular marca Iphone, mientras se le observa disfrutando de una magnífica fiesta en un bar de New York. ¿ LLamará así la atención de un posible empleador?. Otro ejemplo apunta hacia a un amigo colombiano. Nunca le dijo con claridad a su familia en Colombia que aquí trabajaba en construcción y en limpieza de ventanas. En suFacebook puso fotos de él y la novia visitando varios lugares hermosos de Manhattan y en diversos paseos con amigos, actividades que realiza el corto día que puede descansar. En Colombia, basados en la fotos del Facebook de mi amigo, muchos pensaron que el hombre estaba aquí nadando en dólares y que el dinero se lo ganaba fácil. Algunos parientes le pidieron cientos de dólares "prestados". Al no poder ayudarlos de la forma que le exigían, parte de sus familiares lo tratan hoy de egoísta y casi como a un enemigo. 

El comienzo de esta nota expone la tristeza que la felicidad de otros causa. Pero de igual manera, es más deprimente para el usuario que convierte una red social en la vitrina de su apariencia y no de su realidad. Sin dejar de ser prudentes y discretos, se puede ser auténtico. ¿ Causa bienestar en alguien disfrazar exageradamente su realidad en una red social? ¿Y si la sinceridad no es la intención para qué tener una cuenta activa en Twitter o Facebook? En fin... tampoco es pecado ser feliz y mostrarlo. Si alguien se siente triste por ello, es ese alguien el que debe hacer algo para remediarlo. Siempre habrán historias en Face que se ocultarán en Book. 














































1 comentario:

  1. Muy bueno el análisis, muy buena la exposición de tal situación, más argumentaré lo mismo que die cuando leí el artículo, Cada ser humano tiene su propia vida su propia historia, no nos corresponde imitar cuestionar acciones de los demás, simplemente quien sabe vivir su propia realidad así lo expondrá hay que aprender a vivir saber vivir sin imitar sin exagerar y ay cada quien expresara su triste o real situación de vida acorde a como se sienta o sea su entorno en realidad. Suponer pro los demás vivir por los demás es dejar de vivir para uno mismo y por uno mismo.

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