lunes, 27 de febrero de 2012

La soberbia... el cáncer del alma




Por Javier Suárez (Js)/ Fuentes combinadas


Soberbia
Es muy fácil padecerla. Es muy sencillo contagiarla. La soberbia se puede entender como la creencia de que todo lo que uno hace o dice es capaz de superar todo lo que digan o hagan los demás. Ser preferido en desmedro de otros, buscar tener razón, amar la vanidad y vivir en la imposibilidad de "agachar el moño". "Un orgulloso no tiene necesidad de ser perseguido por el Demonio; él es su propio demonio"

Síntomas: 
Altivez, inmodestia, presunción, orgullo, altanería, arrogancia, vanidad, engreimiento, impertinencia, jactancia, endiosamiento, suficiencia, fatuidad, pedantería, aires, humos, ínfulas... 
El soberbio es autosuficiente, porque él cree que se basta a si mismo, que no necesita a nadie.
El soberbio es orgulloso, se cree superior, por lo que trata de forma despectiva y desconsiderada a los demás.
El soberbio no tiene vergüenza para hacerse dueño de los meritos que no le corresponden.
El soberbio es aquel que desea imponer su propio juicio y gusto personal.
El soberbio mira con malos ojos cualidades y éxitos de otros, entonces es envidioso y busca desanimar al que va bien.
El soberbio es desconfiado, sospecha de todo, complica todo lo que puede, enreda las expresiones de los demás, es burlón e irónico, lastima y ridiculiza a otros. .
El soberbio es ambicioso, se empeña a toda costa en triunfar, pasa por encima de cualquiera que se oponga a su éxito, busca todas las formas para sentirse bien consigo mismo.
El soberbio es desconfiado, esta siempre preocupado de que no le vayan a engañar, está pendiente de los errores ajenos. crítica los defectos de los demás.
Rebeldía ante la obediencia.
Autoritarismo al mandar.
Envidia de los valores de otros.
Crítica de los envidiados.
La mayoría (de los momentos) del malhumor en la convivencia familiar.

Anhelo de que los demás se comporten como uno quiere.
Compara a alguien con otros constantemente.
Mira con enojo.
Habla con tono de voz hiriente.
Afirma con arrogancia y se lo cree: "¡Yo se que soy verdaderamente poderoso! ¡No necesito aprender mas!


Diagnóstico:
Si presentas alguno de los anteriores indicios y de dicha manera reacciona, incluso ante las situaciones más simples, el alma tiene soberbia. 


Población vulnerable: (Todos) 
Amigos, vecinos, familias, padres e hijos, hijos y padres, ellas, ellos, pequeños, grandes, novios, amantes, esposos, blancos, negros, mulatos, altos, bajitos, feos, bonitos, profesionales, obreros, hispanos, asiáticos, americanos, africanos, europeos, malos, buenos. Todos. 


Antídotos: 
Modestia, docilidad, recogimiento, recato, paciencia, moderación, timidez, vergüenza, suavidad, humillación, sencillez, llaneza, acatamiento, sumisión, obediencia, respeto. HUMILDAD: Este es el más efectivo de todos; Es la característica que define a una persona modesta, alguien que no se cree mejor o más importante que los demás en ningún aspecto; es la ausencia de soberbia.


Tratamiento:
a. Reconocer que la padece
b. Aplicar antídoto cada segundo, cada minuto, cada día, cada semana, cada mes, cada año, en invierno, primavera, otoño o verano. 
c. Alejarse sin odio de aquello o aquellos que provocan soberbia.
d. Alejarse sin resentemientos de aquellos o aquellos a quienes contagiamos. 
e. Mantener la mayor parte del tiempo posible en silencio.
f.  Cuidar los gestos. Evitar las miradas despreciativas. El tono de voz despectivo. El comentario sarcástico.
h. Sonreir
i.  Meditar, orar.
J. Ejercitarse
" Pidamos al Señor, por intercesión de la Virgen María y de los santos, o al sol al Universo, el reconocer nuestra soberbia y luchar contra ella, el esperar la gracia de ser espiritualmente humildes, sencillos, procediendo según la verdad y con recta intención. Y en esta empresa trabajemos con paciencia, que no se puede mucho en poco tiempo. Más bien, aprendamos a comenzar cada día y gustemos de ello. «Busquemos como quienes van a encontrar, y encontremos como quienes aún han de buscar, pues cuando el hombre ha terminado algo, entonces es cuando empieza» (San Agustín de Hipona/ No textual)".

Efectos:
a. Depresión
b. Conflictos
c. Desunión
e. Soledad
f.  Migraña
g. Posibilidad de infarto o derrame cerebral
h. Tristeza
i.   Muerte
j.  Diversas enfermedades


Reflexiones
Sufrir este padeciemiento es agonizar sin estar desahuciado. Con la soberbia fluyen con fuerza los aspectos negativos. Es curable si el que la padece así lo quiere o mortal si se deja avanzar. Consulta a tu propio ser y pregúntale si en verdad eres feliz siendo soberbio. No intentes curar a alguien más sin antes sanarte a ti mismo. 

*La soberbia no es grandeza sino hinchazón; y lo que está hinchado parece grande pero no está sano. (San Agustín)
*Más fácil es escribir contra la soberbia que vencerla.* ( Francisco de Quevedo)
*El soberbio busca los defectos ajenos, descuidando la atención y superación de los propios.
*Si la humildad une a los hombres, la soberbia los divide.




Por si acaso

Si considera que su soberbia es lo mejor y que usted es lo mejor... Diríjase a una zona rural, elija el campo que más le guste, desnúdese y espere a que anochezca. Cruce entonces el alambrado con cuidado de no perder ninguno de los atributos del poder y camine hasta que sienta que está en medio de la soledad más absoluta.
Una vez allí, levante la cabeza al cielo y mire las estrellas. En ese instante, usted visto desde el espacio debe ser algo así como un virus instalado sobre una pelota de fútbol.  Piense entonces que está usted parado sobre un minúsculo planeta que gira alrededor del sol, y que el sol es nada más que una estrella pequeña entre los millones de estrellas que usted está viendo y que forman nuestra galaxia. Recuerde además que nuestra galaxia es una de millones de galaxias que desde hace miles de millones de años giran en el espacio. Una vez que haya hecho esto coloque los brazos en jarra sobre la cintura en actitud desafiante, o adopte cualquier otra postura que le parezca lo suficientemente cabal como para expresar el inmenso poder que usted tiene, e hinchando las venas del cuello grite con toda la voz que sea capaz de juntar en ese momento:
¡Yo sí que soy alguien verdaderamente poderoso!- Luego espere a ver el resultado. Si ve que algunas estrellas se sacuden, no se haga demasiado problema. Es Dios, que a veces no puede aguantar la risa.






1 comentario:

  1. Fuerte! fuerte el análisis, las comparaciones en algunos casos pareciera fuera del significado como tal, pero es así, creo que en algún momento todos los padecemos, quizás en menor intensidad, a veces podemos confundir la soberbia con ese grado de superioridad que nos da el tener cierto conocimiento al pie de los demás. La ventaja de cuando esto no ha superado a la persona es que se aterriza y se reconoce con humildad que muchas veces lo padecemos. Excelente aporte como siempre.

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