miércoles, 9 de diciembre de 2009

El deseo de una niña en un tren de Nueva York


"Papá, yo quiero que me regales una chimenea de paja antes de Navidad" - tal pedido a su progenitor provenía de una niña no mayor de 5 años. Volvió y se lo dijo en inglés " Daddy, I want that you give a straw chimney to me before Christmas". Quienes íbamos en ese repleto vagón del tren subterraneo No 7 en Nueva York, no disimulamos la curiosidad y esperamos con expectativa que el padre le preguntara a su hija el porqué de su deseo. Una chimenea de paja sería consumida rápidamente por el fuego.

Con tantas miradas encima el hombre entendió que el chisme y su tierna nena dominaban la escena. ¿ Amor, para qué quieres una chimenea de paja antes de Navidad? la simpática niña respondió: "Para ponerla en el pesebre que mi abuela me dió. Así Santa puede entrar a dejarle regalos al Niño Dios y recoger los que El le tiene, sin que tengan que pelear"

Presintiendo que la observabamos la nena en inglés repitió su respuesta. Más de uno entre sí nos miramos, chinos, japoneses, latinos, ingleses, hindúes, negros y blancos. Supongo que puse una cara de admiración tan expresiva como la de quienes a mi lado iban.

¿Para que Santa y el Niño Dios no se peleen? Qué conflictos tendrá en su cabecita esa tierna niña con respeto a la Navidad. Ni modo, yo quería respuestas. Así que seguí de largo en el tren y una charla con el padre entablé. Después de decirle que yo era colombiano y de escucharle que ellos eran mexicanos, aquel nuevo conocido oriundo de Tamaulipas me comentó: "La abuela de la niña es católica, de esas señoras que mantienen con la biblia debajo del brazo. Ella le ha dicho a la niña que Santa Claus es malo, que es un viejito que trabaja para el diablo. Mi hija nació en Nueva York. Mi esposa y yo llevamos 11 años viviendo aquí, y pues orale, celebramos la Navidad al estilo cristiano y también americano. Tenemos en casa pesebre y botas de Papá Noel pegadas a la pared."

Comprendí entonces que el alma y la mente de tan joven criaturita, había sido agitada por las razones sembradas por sus padres y abuelita. Pero sólo el amor de un ser tan puro de corazón, como el de aquella niña, puede darle a un dilema tan noble solución... una chimena para el pesebre.

Respeto las creencias que cada cual tiene. La mía se enfoca hacia un Dios de amor, para odios con el de algunos religiosos es suficiente. Bajo experiencia propia he podido aprender que ninguna fe es luz, cuando el corazón de quien la tiene a oscuras mantiene. ¡Feliz Navidad!



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