¿Bajo el derrumbe del olvido? Entrevista con el minero chileno Mario Sepúlveda

Texto y fotos/ Javier Suárez 

(Jueves 31 de 2011- Manhttan, NY)

El famoso derrumbe en la mina San José fue un evento ocurrido el jueves 5 de agosto del 2010. Por 70 días 33 mineros quedaron atrapados a unos 700 metros de profundidad. La naturaleza, la prensa local e internacional y el gobierno chileno los convirtieron en víctimas, estrellas y héroes. Siete meses más tarde, otras tragedias mundiales le han quitado a este suceso y a sus protagonistas el protagonismo que tanto tuvieron. 

No obstante, de la misma forma que no pasó inadvertido en la profundidad de la mina, el minero chileno Mario Sepúlveda (Super Mario) sigue haciéndose notar con su especial personalidad.  No está dispuesto a quedar sepultado bajo el derrumbe del olvido. Ya no regala piedras como lo hizo al ser rescatado. Ahora quiere compartir su espíritu filantrópico, ese que le permite amar a los demás y ayudar desinteresadamente al prójimo.  Por lo anterior, ha iniciado una serie de visitas a nivel internacional para presentar su organización  "Miner's Miracle" (Milagro de Mineros). 

Con el lema “ Levantar Chile Nuestro Papel”, según él,  busca retribuir el gran cariño de los chilenos y del mundo entero que hicieron posible el milagroso rescate de los 33. Dentro de las metas se encuentra el construir 200 casas en la zona más afectada del terremoto, en un plazo de 3 meses. Para formar parte de esta iniciativa el minero invita a visitar la página de internet: www.minersmiracle.org . Estes sitio ha sido diseñado en inglés y español. 

Al abrir esa página se observa a un hombre de apariencia elegante y saludable. Le pregunté si lo que mostraba esa imagen era parte de una sincera realidad. Con un estilo jovial me afirmó que se sentía super bien. Afirmación que contradecía lo que él había dicho cuatro días atrás en el auditorio de la Fairleigh Dickinson University en New Jersey.  Durante una corta visita a ese plantel, Sepúlveda comentó que estaba perdiendo gran parte de sus dientes y que en los pulmones padecía una delicada afección. Mientras caminabamos hacia Time Square en Nueva York, se detuvo a observar con gran alarma un  escupitajo de color oscuro que encontró a su paso. Llamó a quienes le acompañaban y les dijo que así de negro estuvo él también escupiendo. En fin, ahí se me enredó un poquito la entrevista. Entre las cosas que quizás él quería decir pero no debía comentar y que yo quería indagar. No lo presioné, suficiente presión tuvo durante 70 días bajo tierra. Pero algo me dice que la luna de miel entre él con el gobierno chileno y sus otros 32 compañeros mineros ya no es tan dulce como se exhibía.  

Además se distraía con muchas cosas que en la calle Broadway veía. Llamé de nuevo su atención con un: Marío, una vez dijiste que durante el derrumbe Dios y el diablo por ti se pelearon. ¿ Quienes por ti están ahora peleando?- con la rapidez de un niño hiperactivo me dijo- se pelean los mismos- pero Dios sigue ganando. No se considera de ninguna religión pero expone una fe envidiable. Pensando en las características de su signo libra, le pregunté si él es una persona de emociones equilibradas. Al contrario de lo pensado me aseguró que era un hombre de extremos... que podría ser un buen ser o también un terrible animal.

Afortunadamente solo tuve tiempo para comprobar lo primero. En realidad este minero, aunque muchos digan que sólo está aprovechando su cuarto de hora, me dejó una agradable impresión.  Y quizás sea literal lo de “su cuarto de hora”. El mismo Mario en su diálogo descomplicado deja entrever que como parte de las consecuencias, luego de la drámatica experiencia en la mina, podrían ser muy pocos los años que le queden de vida. ¡Bueno! Para “Super Mario” todo sigue normal. El presidente chileno Piñera es lo ‘máximo’. La licencia de salud que le otorga el gobierno lo protege bien. El amor fraternal con sus colegas de aventura minera sigue igual, con los altibajos normales de toda relación. Pero aclara con suma firmeza, que "Miner's Miracle" es su proyecto personal. 

Breve pero simpática fue mi entrevista con este personaje internacional. Que con gran habilidad ni niega ni afirma la pregunta sobre una posible incursión suya a la política regional. Conversación que se interrumpía constantemente por la aguda curiosidad y energía del minero. Bailó sin música con una chica colombiana que lo saludaba. Tomó mi cámara fotográfica en diversas ocasiones y su obturador presionó en distintas situaciones.  Extrañeza exponía por la vestimenta que muchos transeuntes lucían. Vale recordar que las modas más pecualiares sólo se ven en Nueva York. La Gran Manzana tuvo en su superficie al minero más carimástico, que la profundidad de una mina chilena atrapó por 70 días.