martes, 29 de junio de 2010

Rudolph Giuliani... el "father" del liderazgo




El ex alcalde de New York, Rudolph Giuliani y el periodista Javier Suárez. 

Cubriendo  un evento comunitario en New Jersey me encontré al ex alcalde de Nueva York, Rudolph Giuliani. El era la máxima autoridad local en la Gran Manzana, cuando ocurrieron los trágicos hechos del inolvidabel 9-11, en el 2001. No se le recuerda  sólo por aquella fecha, sino por la forma, para muchos brillante, como asumió el control y manejo de la delicada situación. Pensé que no podría hablarle por lo estrecha de su agenda y la cantidad de personas que lo rodeaban. No obstante, al solicitarle tres minutos, me dedicó 10.  Le pedí excusas por mi rudimentario y limitado manejo del idioma inglés. Al respecto, con suprema sencillez me respondió, no olvides que fui el alcalde de New York y allá todos nos entendemos como sea. 

Giulani llegó  exponiendo una sonrisa enorme. Ello me recordó una foto que vi de él en un diario neoyorkino, mostrando a un Alcalde que sonreía durante una reunión de extrema urgencia. Con referencia a ello, y sin dejar de sonreir, me dijo “ "Yo sé que puedo ser el líder de una emergencia. Y quienes estamos al frente de ellas debemos en toda circunstancia transmitir calma, por medio de expresiones de serenidad, de confianza, que no se deben perder ni en los momentos más dramáticos”.  Entendí entonces el porque a este hombre nacido en New York en 1944, internacionalmente se le menciona como “The father of the leadership” es decir, “El padre del liderazgo”. Paralelo al manejo eficaz de su equipo durante el 9/11, la reducción de la criminalidad en New York, fue otro aspecto que se sumó a la lista de puntos para la imagen positiva de Giulani. Me señaló que actualmente se desempeña como consultor internacional en seguridad, gracias a la conocida política “Tolerancia Cero” que implementó durante su mandato. 

Sobre la crisis económica mundial sostuvo que “ existe diferencia entre coordinar e interferir. De la misma manera que  Nueva York se recuperó de los efectos del atentado, la economía mundial saldrá sola de esta crisis, aunque para el fin  se registren  quiebras, reestructuraciones o fusiones. Para que eso ocurra, el Gobierno no puede interferir en ello" "Lo que hay que hacer es reducir el gasto gubernamental para no hipotecar nuestro futuro.  Es igual de negativo imponer muchas normas que pocas. Lo que se requiere es una regulación de aquellos aspectos importantes", pero nada más. Y es que Giuliani es fuerte con quienes llegan a la administración pública "sin haber pasado por el mundo real". Desde su punto de vista, "los buenos políticos son los que se forman en la empresa", quienes están fuera de ella generan más teoría que realismo. Reconoce que aún es pronto para ver si las iniciativas de Obama tendrán o no éxito. El Ex Alcalde se remite a su historia para destacar sus hipótesis. Llegó a la alcaldía de Nueva York cuando la ciudad tenía un déficit cercano a los  2.500 millones de dólares  que posteriormente transformó en superávit, según él, gracias al recorte de gastos. No obstante, los trabajos de recuperación de la ciudad tras el atentado derrumbaron también este logro. Por otra parte, su gestión al frente de esta crisis le ha reportado experiencias muy valiosas que actualmente inyecta a su perfil  como empresario. Posee una reconocida empresa de seguridad, y también es socio de un bufete. 

Viaja por todo el mundo y es consultado por diversos gobiernos. En la mayoría de las consultas menciona como consejor la frase que le dijo su padre “En una habitación en llamas, sólo el que mantiene la calma es capaz de encontrar la salida". "No hay decisiones perfectas", pero un líder tampoco puede perder el tiempo cuando el caos impera. La "regla de oro es ser optimista y transmitir calma", ya que, sólo así "se extrae la energía de la gente para que encuentre soluciones y no la malgaste pensando en lo mal que van las cosas, o pensando en si habla o no bien el inglés”, resaltó Giluani, dándome a entener con una palmada en mi hombro que me dedicaba la última frase. 

Por cierto me envió a mi casa una semana después de la entrevista una copia de su obra “Leadership” de la cual se han publicado en diversos medios e idiomas algunos apartes con reglas básicas que, según el Ex alcalde, ayudan a un líder a superar toda crisis. Entre ellas: 


· No hay nada mejor para la efectividad del trabajo en equipo que una reunión matutina con los colaboradores más cercanos. · Primero lo importante, luego lo urgente. · Se debe conseguir la mayor cantidad y mejor posible de información, ésta debe ser una obsesión. · Nunca se deben descuidar los pequeños detalles. · Hay que prepararse en profundidad, estudiar permanentemente, no depender tanto del conocimiento de los demás, analizar uno mismo los problemas. · Visualizar la meta y el proceso es un ejercicio útil. · Organiza todo en torno a un propósito. · Siempre hay que usar indicadores para medir el progreso. Todo puede ser contabilizado. · Hay que asumir la responsabilidad plena por todas las tareas del oficio. · Un buen líder informa con frecuencia y extensamente a sus seguidores acerca de cómo va la gestión. · Se le debe dar clara línea y objetivos específicos a cada uno de los subalternos que reportan directamente. · La clave del éxito consiste en rodearse de excelente gente. · Ser consciente de los puntos débiles propios es indispensable para proceder a subsanarlos. · Al escoger a los miembros del equipo no hay que dejarse impresionar por sus estudios, sino por los logros concretos que haya obtenido a lo largo de su vida. · Es necesario estar constantemente “avivando el fuego” (motivando el grupo) · Antes de tomar una decisión crucial se le debe dedicar todo el tiempo posible a tomar en consideración el mayor número de perspectivas posibles. Pero una vez tomada la decisión, sólo hay que concentrar las energías en esa alternativa. · Las discusiones son útiles, no hay que evitarlas, generan “tensión creativa”. Algunas decisiones se basan en estadísticas, otras en pura intuición. Las más complicadas requieren las dos. · No se deben hacer promesas que no se puedan cumplir, hay que prometer menos de lo que se puede dar. · Hay que desarrollar y comunicar convicciones firmes. Son los principios, los valores y las grandes ideas lo que hace efectivo a un líder. Sé tu propio hombre, dirige tu vida y escribe tu guión. · La principal virtud: Lealtad. · “La noción de que cambiar de parecer acerca de una cuestión equivale a mostrar debilidad es ridícula. Las personas deberían estar dispuestas a admitir cuándo hay una evidencia que les obliga a cambiar de parecer. Eso es una señal de honradez, no una falta de agallas”. · Se debe comunicar en el lenguaje más claro y sencillo posible, de la manera más directa, sin intermediarios. Hay que ser uno mismo –hablar desde el fondo del corazón. · No se debe dejar que las críticas definan la agenda. · Los miembros del equipo no son fusibles que se cambian a la primera crisis. Hay que defenderlos todo lo posible. · Hay que estar presente, físicamente, en el lugar apropiado, en los momentos difíciles. Las bodas son elegibles, los funerales obligados. · Enfréntate a los matones y sé duro con los duros. · Se tienen que controlar al máximo las emociones, pero si no puede no hay problema en mostrar el rostro humano.

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