jueves, 27 de diciembre de 2012

"Como un helado de coco sin coco, pero feliz"


Aparentemente no era un paisaje hermoso, pero me quedé observándolo. Me di cuenta que sin mi afán, el tenía su encanto. La nieve empezaba a caer y desde antes muchos decían... ¡Empezó el mal tiempo! ¡Qué horrible clima se avecina!. Y esos muchos tuvieron razón. Su tarde se convirtió en pesadilla. El viento quemó con frío sus mejillas. El tráfico congestionado en ríos de estresados las avenidas convirtió. Pocos miraron lo que yo veía. Un fenómeno natural que exponía la magia de la creación. 
Con varias capas de ropa me protegí del frío, sin maldecirlo lo enfrenté. Y pisando prudentemente, sin maldecir, por la calle caminé. En una esquina me detuve y mi cámara saqué, no era un paisaje hermoso pero una foto le tomé. No pude evitarlo. Era lo que tenía. Vías embarradas por la nieve y una baja temperatura por la que mis dientes crujían. Aún así me di cuenta que sin mi afán, aquella escena su encanto celestial tenía. Y que con la naturaleza se debe convivir, mucho mejor que como el hombre con sus semejantes insiste hoy vivir. Y así llegué a casa. Como un helado de coco sin coco, pero feliz. 
Para por un instante. Respira profundo y con calma. Verás en la paz de tu esperanza lo que el afán y el miedo no te permiten ver. La misma cosa pero mucho mejor. (Por Javier Suárez)

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