No me pongas cuidado cuando te digo, que en la sexy copa que se forma en tu sensual ombligo, anhela mi pasión beber delicioso vino tinto. No me pongas cuidado cuando te exprese que más que el Everest, deseo escalar las dos perfectas montañas que de tu pecho angelical emergen. No me pongas cuidado, pero...
(Jsuarez)
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