Todo estaba listo para asegurarme que
podía olvidarte. Qué mi pasión aunque te extrañe de tus caricias
no depende. Que mi cuerpo puede excitarse por los besos de otra boca
y ante las formas sensuales de otra piel ardiente.
Inútil aquel carnal intento de
intentar olvidarte. Mis sentidos casi enloquecen. En sus labios
sentía tu boca. Y aunque era una compañía hermosa, tu belleza
ausente estaba ahí presente.
En sus hombros yo debía suspirar. En
sus hombros me puse fue a llorar. No pude penetrar en la complicidad
de mi aventura. Mi mente estaba turbia y mi corazón igual.
Desnudo en cuerpo pero abrigado en las
imágenes de nuestro amor. Le fui sincero y ella lo entendió. Y
aunque ahora no te tengo, todavía tuya es mi pasión. Fue un error
querer quemar en otra llama tu fuego. Incendio que ha de extinguir
sólo Dios.
Todo estaba listo para asegurarme que
podía olvidarte. Qué mi pasión aunque te extrañe de tus caricias
no depende. Que mi cuerpo puede excitarse por los besos de otra boca
y ante las formas sensuales de otra piel ardiente. Pero... Tu
recuerdo nos hizo vestir.
Por Javier Suárez- Js
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