Si esta nota la hubiese escrito del 12 al 19 de febrero, la habría redactado bajo la sombra de una espigada palma; sintiendo la brisa deliciosa de una playa hermosa, bebiendo una helada y refrescante limonada. Contemplando el encanto del ser que más amo y pintando con el sol mi piel semi blanca
¡Sí! Estuve en el paraíso, sin Eva pero con mi hija, hermosa alegría.
No fue un viaje de turismo sino de "padrerismo" en la caribeña Santo Domingo, capital de la República Dominicana. Visité a mi primogénita y con ella viví experiencias que no paro de recordar y bendecir. 7 noches y 8 días donde la distancia no se interponía. Siete noches y 8 días sin abrigo ni bufanda. Siete noches y 8 días de aventuras y alegrías en Hamaca.
La llegada
Era mi primer visita a Quisqueya como se le conoce a la República Dominicana bella. Me recibió un clima cálido fantástico, y una agradable bienvenida de las autoridades. La puntualidad del vuelo y la positiva atención de la tripulación de Jet Blue pronosticaban unas vacaciones inolvidables. Tuve que pagar al llegar $10 dólares por una tarjeta de turismo, la que sólo tuve en mis manos por 3 minutos. Pues tuve que devolverla en un control de seguridad. Sería una buena iniciativa que como souvenir la pudiera uno conservar.

Hospedaje
Atención fenomenal. Energía eléctrica a todo momento. Comida abundante e internacional, buffet de manjares para disfrutar. Bebidas y refrescos en bares abiertos dentro de la piscina y cerca del mar. Actividades recreativas durante todo el día y un show en la noches muy especial. Música, danza, ballet, canto. Teatro, luces, colores y emociones. Los culpables de esta "crazy" diversión el grupo loco de animación. Y por su puesto su líder Charly E. López.
Sin Eva pero con mi hija
Mientras me registraba en el hotel la razón de mi viaje apareció. Una bella sonrisa mi corazón derretía. Un tierno abrazo felicidad a mi alma brindó. Estaba con mi hija, mi vida, mi adoración. Esa pulguita de 13 años acaparó mi atención. Siete noches y 8 días junto al ser que Dios como padre me asignó. Poco tiempo para tan bellos momentos que eternos ahora para mi pensamiento son.
Sin Eva pero con mi hija en aquel caribeño paraíso. Paseamos, buceamos, cabalgamos, nadamos, dormimos, reñimos y nos reconciliamos, de todo un poco hicimos. Siete noches y 8 días que jamás olvidaré. Gracias República Dominicana.
Nota: Caminé con mi hija fuera de la zona turística en busca de una medicina y estuve en contacto con la otra quisqueya, que de la misma forma fue amable y pachanguera. Ruego a Dios, que proteja a tan llamativa Nación de negativos huracanes sociales y destructivos vientos naturales y que el hermano dominicano fortalezca su amor, cuidado y sentido de pertenencia por esa isla tan fascinante y bella.
Estimado amigo, me encanto leer las experiencias vividas junto a tu niña. Conociendote como te conozco, me doy cuenta que maravillosos momentos fueron los que viviste, muy merecidos, como padre y ser humano que eres. Y despues del paraiso, bienvenido a NJ, al que tambien sé que mucho quieres y donde muchos también te apreciamos.
ResponderEliminarJuan Carlos F.
Gracias papi, te amo , te extrano,,,tambien fue chevere para mi, la pase muy bien contigo. Me gusto mucho ese tiempo que estuvimos juntos......TE AMOOOOOOOOOO
ResponderEliminarAy Daddy......lindo
ResponderEliminarMe alegro mucho Javier por ti, por tus vacaciones pero mas aun que pudistes disfrutar con tu hija, se ve en todas las fotos la alegria que tenias, bienvenido al frio de nuevo
ResponderEliminarFeliz Navidad!!!!Un Beso Nancy
Saludos Javier!!sin duda que alegría que nos compartas ese maravilloso momento con tu pequeña y por ende tambien da gusto saber que te encuentras feliz,toda una mezcla perfecta desde el amor mutuo que tienes con tu pequeña y el maravilloso lugar.Y como dice un comentario en las fotos se ve reflejada la felicidad que tenías
ResponderEliminarSaludos desde México =)
y que en horabuena sigan sucediendo mas momentos inolvidables como este